miércoles, 27 de diciembre de 2017

La vida en un bloc (1956)




Director: Luis Lucia
España, 1956, 88 minutos

La vida en un bloc (1956) de Luis Lucia


La monótona existencia de un señor muy tiquismiquis y ordenado puede dar mucho de sí puestos a escribir una comedia (no hay más que recordar el caso célebre de aquel maniático tan puntilloso que interpretaba Jack Nicholson en As Good as It Gets, 1997). Eso mismo debió de pensar el dramaturgo Carlos Llopis (1913-1970) cuando concibió la idea de contar la vida del doctor Nicomedes Gutiérrez, médico rural en la imaginaria aldea zamorana de Villavieja la Nueva.

Años después, Luis Lucia decidiría llevar esta "humorada" (así se la llama en los títulos de crédito iniciales) a la gran pantalla, para lo que contó con la participación de Alberto Closas en el papel principal y Elisa Montés encarnando a la mojigata Gerarda, maestra de escuela y empalagosa esposa del interfecto. Tanto por el tono empleado como por la voluntad manifiesta de ridiculizar determinados comportamientos masculinos, La vida en un bloc se adelantaba en un año a otra película de factura similar: El batallón de las sombras de Manuel Mur Oti.

El doctor don Nicomedes Gutiérrez (Alberto Closas) y su bloc


Hacer, además, que la historia la narre un bloc de notas en primera persona (mediante la voz, nada más y nada menos, que de Fernando Rey) es un recurso original, aunque un tanto pueril al mismo tiempo, casi de redacción de colegial. Pero es que en esta película todo es intencionadamente candoroso, en consonancia con la estricta moral imperante de la que, en cierto modo, pretende ser la crítica amable. Porque hacer que este don Perfecto llegue a la conclusión de que su falta de experiencia en materia de mujeres pueda redundar en perjuicio de la futura felicidad matrimonial no deja se ser una ironía en toda regla. Y ello amparándose en un par de refranes a cuál más retrógrado: "Quien de joven no trotea, de viejo... galopea. O lo que es lo mismo: quien no la corre de soltero, la corre de casado..." 

Analizar en profundidad la doctrina que se esconde detrás de semejante planteamiento nos llevaría a deliberar largo y tendido sobre la pervivencia en la sociedad española de aquel entonces de usos y costumbres más propios del medievo que no de una moderna nación europea. Dejémoslo en que a dicha modernidad aún le quedaba un rato para irrumpir por estos parajes y que los historiadores de hoy en día disponen, gracias a La vida en un bloc, de un interesante documento para el estudio de los respectivos roles y obsesiones de hombres y mujeres en aquel mundo tan patriarcal, como, por ejemplo, la fijación del marido por echar una canita al aire antes de casarse.

El Mago Roberto (José Luis López Vázquez) amonesta al doctor

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