viernes, 15 de julio de 2016

Mañana... (1957)




Director: José María Nunes
España, 1957, 94 minutos

Mañana... (1957) de José María Nunes

Si Rovira Beleta era apolíneo, el Nunes fue dionisíaco. Pero ambos acertaron a retratar Barcelona con un amor como pocas veces se ha visto en la gran pantalla. Cada cual con su estilo, en películas ya míticas como Los Tarantos o Mañana..., respectivamente.

Hablemos ahora de esta última: Mañana... Una obra maestra absoluta e indiscutible. El filme con el que el portugués de nacimiento (y barcelonés de adopción) José María Nunes debutaba en la dirección destaca por la exquisita sensibilidad de un realismo poético que pocos supieron valorar en el momento de su estreno.

En cada uno de sus cuatro episodios, así como en las inquietudes que apenas esboza el narrador (José María Rodero), se aprecia el pulso contundente de un cineasta cuyas influencias saltan enseguida a la vista: la historia de don Felipito, el viejo escritor frustrado que intenta sobrevivir vendiendo peines que nadie compra, parece inspirada por Umberto D. de De Sica, M de Fritz Lang (por el conciliábulo de pedigüeños) o Los olvidados de Buñuel. En cuanto al segmento dedicado a Silvestre, ese vigilante de una fábrica de galletas cuya verdadera vocación es tocar el clarinete, se diría que tiene mucho del montaje del cine soviético a lo Eisenstein o Dziga Vertov e incluso algo de Berlín, sinfonía de una ciudad de Walter Ruttmann. Los amantes nocturnos del tercer episodio, aparte de contener el germen de Noche de vino tinto (del propio Nunes), nos harían pensar en las Noches blancas de Visconti si no fuera porque ambos filmes son del 57. Por último, el patético payaso al que da vida Saza debe bastante a Chaplin y un poco a La strada de Fellini.

El Gran Payaso (Saza) implorando risas

Lejos de restarle mérito, todas esas referencias cinematográficas revelan al realizador que ha sabido asimilar el magisterio de los grandes artistas que le precedieron para crear un estilo propio, tremendamente personal y evocador. Y que la ineptitud de los censores y la estulticia endémica del país se encargaron de menospreciar...

Hasta que, en 2004, fue más o menos posible resarcir el agravio mediante la versión restaurada de Mañana... que llevó a cabo la Filmoteca de Catalunya en colaboración con Filmoteca española. Quienes tuvimos la suerte de asistir a la presentación en la sala Aquitània de la capital catalana aún recordamos con cariño uno de los momentos más entrañables que allí se vivieron. Un Nunes pletórico improvisó unas palabras al terminar la proyección, rematadas con su habitual: "¡Salud, compañeros! ¡Salud!" Algunos asistentes, jóvenes todos ellos, se acercaron con lágrimas en los ojos al maestro para darle las gracias. Fue un momento mágico: el entusiasmo del veterano combatiente contagiado a las nuevas generaciones.

Lástima que, de momento, los derechos de una joya de tal calibre estén en posesión del señor Enrique Cerezo (el mismo que tiene el honor de presidir el Club Atlético de Madrid), ya que sería deseable que Mañana... pudiese ser divulgada más allá de algún pase eventual en la Filmoteca.

Para más información, nos permitimos remitir a la página nunescine.es, donde, entre otros datos de interés, se incluyen comentarios del director sobre la película.

José María Nunes (1930-2010)

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