sábado, 13 de febrero de 2016

Bernie (2011)




Director: Richard Linklater
EE.UU., 2011, 99 minutos

Bernie (2011) de Richard Linklater


Con cuatro años de retraso (y solo debido al éxito de Boyhood) se estrenaba en España Bernie, filme a medio camino entre la comedia macabra y el falso documental. Su director, Richard Linklater, volvía a contar con el actor Jack Black, con quien ya trabajara en Escuela de Rock (2003).

Ambientada en Carthage, una pequeña ciudad de Tejas, la película se basa en un caso real: el del afable empleado de funeraria Bernie Tiede, condenado a varios años de cárcel por el asesinato de la rica viuda Marjorie Nugent (interpretada en el filme por la veterana Shirley MacLaine). Al mismo tiempo que se desarrolla la dramatización de los hechos, se incluyen los testimonios reales de vecinos que conocieron tanto a Bernie como a la víctima, siendo mayoría quienes defienden al primero. Aunque tan insoportables resultan para el espectador el uno como la otra: Bernie por ser empalagosamente servicial y Marjorie por ser inaguantablemente grosera y antipática con todo el mundo (y en especial con Tiede, con el que cada vez se mostrará más posesiva).



El retrato que se arroja de aquella comunidad mediante dicha técnica no puede ser más demoledor: unos por ingenuos, otros por reaccionarios, la mayoría por obtusos, pero el caso es que nadie queda a salvo del feroz panorama dibujado en Bernie. Como Danny Buck, el fiscal del distrito, encarnado por un Matthew McConaughey que tiene la mano rota para dar vida a este tipo de personaje palurdo de la América profunda.

Y es que, tal y como ocurre con otros directores estadounidenses como Alexander Payne, el cine de Richard Linklater se caracteriza por reflejar la América real, la del sobrepeso y el puritanismo, la de aquellos que se muestran dispuestos a defender a un asesino confeso solo porque, siendo como es un as de la demagogia, ha sabido ganarse el afecto de medio pueblo con regalos (sufragados con el dinero de la difunta, huelga decirlo). Si lo pensamos fríamente, y eso es lo que da más miedo, tampoco hay tanta diferencia con lo que suelen hacer algunos políticos y candidatos a la presidencia.


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