sábado, 20 de julio de 2024

Sábado inesperado (1973)




Título original: Mordi e fuggi
Director: Dino Risi
Italia/Francia, 1973, 107 minutos

Sábado inesperado (1973) de Dino Risi


Giulio Borsi (Marcello Mastroianni) es el típico industrial vividor, maduro y acostumbrado a que las cosas le vengan siempre de cara. Propietario de una empresa farmacéutica, para él la vida no tiene secretos y, como en tantas ocasiones, se dispone a pasar un fin de semana a lo grande junto a Danda (Carole André), su atractiva amante veinteañera. Pero, a pesar de tenerlo todo milimétricamente planeado, hay imprevistos que no se pueden calcular...

Mordi e fuggi (1973), que en italiano vendría a ser algo así como "Pega y corre", parte de una premisa a priori dramática para orquestar una comedia hilarante, road movie de trasfondo ideológico en la que tres terroristas de extrema izquierda, liderados por un tal Fabrizio (Oliver Reed), toman como rehenes a la pareja protagonista para vivir con ellos una odisea repleta de contratiempos.



La filiación anarquista de los secuestradores, frente a la naturaleza opuesta de cuantos les rodean, dará pie a no pocas discusiones políticas en torno a la lucha de clases e incluso a alguna que otra reivindicación feminista, pero también a momentos de enorme comicidad. Sobre todo cuando los personajes se refugian en casa de un viejo general (Lionel Stander) que vive retirado en compañía de una hermana solterona.

Aunque antes de eso, durante la larga persecución por carretera con decenas de policías y de periodistas pisándoles los talones, queda patente la voluntad satírica de un filme que, entre risas y bromas, denuncia la decadencia de los usos y costumbres burgueses, así como el sensacionalismo de unos medios de comunicación de masas cuyo afán por conseguir la máxima audiencia encubre, en realidad, su servidumbre respecto al poder del Estado.



2 comentarios:

  1. Sátira con trasfondo político y social, con momentos muy divertidos.

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    1. Es una película que, pese a provocar la carcajada del espectador en no pocas ocasiones, al final le deja a uno un sabor agridulce.

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