sábado, 12 de enero de 2019

El collar rojo (2018)
















Título original: Le collier rouge
Director: Jean Becker
Francia, 2018, 83 minutos

El collar rojo (2018) de Jean Becker

Una ineludible sensación de déjà-vu se apoderará del espectador que se acerque a los Cines Verdi para ver El collar rojo. Básicamente, porque tanto la temática bélica como el recurso de dotar a la fotografía de una tonalidad decolorada que pretende remedar la de las instantáneas de hace un siglo se utilizó, no hace mucho, en otra producción gala ambientada durante la Primera Guerra Mundial: Nos vemos allá arriba (Au revoir là-haut, 2017), dirigida por el actor Albert Dupontel.

Mucho me temo que la Gran Guerra debe de ser al cine francés lo que nuestra contienda civil a los formatos televisivos que tanto éxito tienen por estos pagos. Es decir, un período histórico que, a fuerza de ser revisado, acaba por banalizarse como simple e inocuo pasatiempo de sobremesa. Sobre todo si François Cluzet, el actor fetiche de las producciones que aspiran a ser taquilleras en el país vecino, anda de por medio.



El que hasta la fecha es el último filme realizado por el veterano cineasta Jean Becker (París, 1933) adapta la novela homónima de Jean-Christophe Rufin, best seller convencional y bienintencionado cuyo principal aliciente estriba en la fidelidad de un perro con respecto a su amo (Nicolas Duvauchelle), recluido en un calabozo pese a haber sido laureado con la Legión de Honor. De hecho, el título alude al color rojizo que comparten el collar de uno y la cinta de la que pende la condecoración del otro.

Narrada mediante sucesivos flashback, la historia se reconstruye a partir de los testimonios que el Comandante Lantier (Cluzet) irá recopilando conforme se entreviste con el entorno más próximo del detenido. Estructura interesante que queda, sin embargo, deslucida por lo inverosímil de algunas de las situaciones (¿cómo se explica el gusto por la lectura de la campesina Valentine [Sophie Verbeeck]?) o lo superficial que resulta, por ejemplo, el que Morlac (Duvauchelle) se dedique a leer las obras de Rousseau frente al fuego.


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