Título original: Joana Biarnés, una entre tots
Directores: Òscar Moreno y Jordi Rovira
España, 2015, 72 minutos
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Una entre todos (2015) de Moreno y Rovira |
Ejercer el fotoperiodismo en el seno de una sociedad esencialmente patriarcal como era la España franquista dio pie a innumerables anécdotas que la egarense Joana Biarnés (1935-2018) relata con sumo entusiasmo en el documental Una entre todos (2015). Aunque huelga decir que en la mayoría de ocasiones fue ese mismo desparpajo el que le abrió las puertas de cuantas celebridades se cruzaron en su camino. Por ejemplo las de la suite en la que se hospedaban los Beatles durante su estancia en Barcelona, donde permaneció hasta tres horas fruto de las cuales surgirían unas instantáneas por las que, incomprensiblemente, no cobró ni un céntimo.
Así era aquel país y así las gastaban los árbitros o los ordenanzas que pretendían, en uno y otro caso, negarle a Joana el acceso a los campos de fútbol o a las Cortes pese a estar debidamente acreditada. Sin embargo no hubo obstáculo, por imposible que pareciese, que una chica simpática y moderna como era ella, avanzada sin duda a su época, no solventara a base de ingenio y savoir faire. De modo que enseguida se abrió camino en la profesión hasta terminar como reportera del por entonces influyente diario Pueblo.
Aparte del peso que ejerció sobre ella la figura paterna, de su amistad con el Cordobés o con Dalí o de cómo una vez le tomó el pelo a Polanski, otro de los aspectos que aborda el documental de Moreno y Rovira es la estrecha relación que Biarnés acabaría estableciendo con estrellas de la canción de la talla de Joan Manuel Serrat y Raphael. De hecho, ambos artistas aportan sus respectivos testimonios para corroborar la trascendencia que tuvieron los retratos de la catalana, ya fuese en portadas de discos o en reportajes de prensa, a la hora de lanzar y promocionar sus carreras.
Y, aun así, llegó un momento, a mediados de los ochenta, en el que Juanita, como cariñosamente se la conocía en el ambiente profesional, optó por retirarse a Ibiza, donde, en compañía de su marido, el francés Jean-Michel Bamberger, abriría el reputado restaurante Cana Joana. Se iniciaba así una etapa que significó que su obra cayera en un ominoso olvido del que, poco a poco, ha ido siendo rescatada en los últimos tiempos. En buena medida, esta película ha contribuido a ello.
Todo un personaje.
ResponderEliminarPues sí: una mujer de armas tomar.
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