Directora: Maria Ripoll
España, 2025, 96 minutos
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También esto pasará (2025) de Maria Ripoll |
El duelo por el reciente fallecimiento de su madre (Susi Sánchez) condiciona la existencia de la protagonista de También esto pasará (2025), adaptación de la novela homónima de Milena Busquets. Sólo que, en lugar de exteriorizarlo por la vía dolorosa, Blanca (Marina Salas) opta por desahogarse a través del sexo. A este respecto, la suya es una vida bastante caótica, sobre todo en el plano sentimental, como lo demuestra el hecho de que sigue coqueteando con sus ex y hasta con el novio de alguna de sus amigas.
Aparte del telón de fondo autobiográfico, citado explícitamente en los títulos de crédito finales, con el que la autora del libro quiso homenajear a su madre, la también escritora Esther Tusquets (1936-2012), la película de Maria Ripoll pone el acento en la supuesta alegría de vivir de unos personajes cuyo carácter alocado deja entrever, sin embargo, una profunda insatisfacción. De ahí que la mayoría, acomodados en la placidez de sus residencias estivales en Cadaqués, vayan continuamente de aquí para allá en un afán por llenar con relaciones pasajeras el vacío de sus respectivas vidas.
En lo concerniente a la puesta en escena, son varios los rasgos que denotan la voluntad de Ripoll de ahondar en un estilo propio que se adivina en buena parte de su filmografía como directora. Tal sería el caso, por ejemplo, de la forma en que filma los exteriores, tan cercana al lenguaje publicitario. O del intimismo que se establece entre los personajes, algo que ya estaba presente en títulos anteriores como Tu vida en 65 minutos (2006).
Y al final se cierra el círculo. Que lleva desde la historia del antiguo monarca que encargó a los sabios de su reino una máxima que fuese válida en todo momento y lugar, tal y como la madre solía contársela a Blanca, hasta el instante en el que ésta hace lo mismo con sus hijos. Así pues, la influencia de la madre fallecida se siente a lo largo de la película, tanto a través de los recuerdos de Blanca como de las conversaciones que mantiene con su fantasma, al que despide finalmente, ya en paz consigo misma y con su pasado, a través de la puerta roja del cementerio de Cadaqués.
He leído alguna entrevista con la realizadora a propósito de la película y se ve que ha puesto mucho empeño en ella.
ResponderEliminarEstás en lo cierto: ése es un rasgo que caracteriza todas las películas de Maria Ripoll.
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