martes, 19 de octubre de 2021

Réquiem por un campesino español (1985)




Director: Francesc Betriu
España, 1985, 95 minutos

Réquiem por un campesino español (1985)


Paco se agarraba a la sotana de Mosén Millán, y repetía: «No han hecho nada, y van a matarlos. No han hecho nada». Mosén Millán, conmovido hasta las lágrimas, decía:
-A veces, hijo mío, Dios permite que muera un inocente. Lo permitió de su propio Hijo, que era más inocente que vosotros tres.
Paco, al oír estas palabras, se quedó paralizado y mudo. El cura tampoco hablaba. Lejos, en el pueblo, se oían ladrar perros y sonaba una campana. Desde hacía dos semanas no se oía sino aquella campana día y noche.

Ramón J. Sender
Réquiem por un campesino español

La celebridad alcanzada por la novela homónima de Sender, lectura obligatoria de bachillerato durante años, explica el que tarde o temprano se acabase llevando a la pantalla una adaptación cinematográfica de Réquiem por un campesino español. Historia despiadada, con el telón de fondo de nuestra guerra civil, que el director Paco Betriu supo plasmar en imágenes manteniéndose fiel a la esencia del texto, si bien la banda sonora de Antón García Abril, con su tema para bandurria que quiere sonar aragonés (aunque sin lograr conseguirlo del todo), desentona por lo que tiene de risueño en el contexto de un asunto tan trágico.

Con su habitual solvencia, Antonio Ferrandis encarna al indeciso Mosén Millán, un sacerdote rural al que atormentan los remordimientos por no haber sabido amparar a Paco el del Molino (Antonio Banderas) frente a la barbarie fascista de los caciques del pueblo. Pesadumbre que, a efectos narrativos, se traduce en continuos flashback, desde que Paco era apenas un monaguillo a las órdenes del cura hasta la posterior toma de conciencia del muchacho con respecto a las injusticias de un medio social profundamente marcado por la miseria.



Las comadres que departen alegremente en el Carasol o el lavadero, y entre las que destaca Jerónima (Terele Pávez) por su desparpajo, aportan al conjunto un cierto toque documental que se intensifica, aún más, si cabe, en la escena de la procesión o durante las fiestas que tienen lugar en la plaza del pueblo, cuando los mozos trepan por el poste para hacerse con los capones que penden desde lo alto.

Apoltronado en su sacristía, el viejo y pesaroso párroco se dispone a oficiar la misa de réquiem en memoria de Paco que, en un alarde de hipocresía, pretenden ahora sufragar los mismos que acabaron con su vida. De hecho, don Valeriano (Fernando Fernán-Gómez), don Gumersindo (Eduardo Calvo) y don Cástulo (Simón Andreu) van a ser los únicos asistentes a semejante farsa, si no fuera porque el potro blanco del difunto, símbolo de la libertad ultrajada, se cuela de improviso en el templo.



4 comentarios:

  1. El film no acaba de alcanzar el nivel de la novela, seguramente la mejor de su autor, cuyo traslado a la gran pantalla se había contemplado desde hacía tiempo. El propio Sender había dejado instrucciones precisas sobre algunos aspectos, con la intención de facilitar el traslado a guión cinematográfico.
    A destacar el retrato de costumbres que hace, recogiendo los avatares de un pueblo que podría ser cualquiera del interior español de la época, desde las costumbres cotidianas, hasta las celebraciones religiosas o profanas, pasando por las relaciones sociales o las diferencias entre unos estamentos y otros. En ese aspecto es un documento sociológico muy logrado.

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    1. Probablemente le falta contundencia, quizá porque Betriu era un director más dotado para la comedia ácida que no para embarcarse en la adaptación de una obra literaria de renombre. A lo mejor hasta Antonio Banderas estaba aún demasiado verde como para meterse en la piel de un indómito labrador. No sé. El caso es que estoy de acuerdo contigo en la valoración que haces de la película.

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  2. Hola Juan!
    Pues si, recuerdo rescatarlo de la biblioteca de mi tía por indicación del profesor, la película apenas la recuerdo. Ya que la mencionas, algo tiene Terele Pávez que siempre me ha fascinado.
    Saludos y buen finde!

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    1. Hola, Fran:

      Teniendo en cuenta la repercusión de uno y otra, resulta lógico que recuerdes el libro y no la película. Terele Pávez, por cierto, interpreta en ella un papel muy secundario.

      Saludos.

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