miércoles, 6 de octubre de 2021

Mamá cumple cien años (1979)




Director: Carlos Saura
España/Francia, 1979, 99 minutos

Mamá cumple cien años (1979) de Carlos Saura


La imagen conmovedora de Rafaela Aparicio descendiendo desde las alturas cual deus ex machina ha quedado como una de las más icónicas de la historia del cine español. O por lo menos de la filmografía de Carlos Saura, director que con Mamá cumple cien años (1979) recuperaba los mismos personajes y ambiente opresivo de la excelsa Ana y los lobos (1973). De hecho, la lectura alegórica del filme, pese a haber sido rodado ya en democracia, sigue siendo igualmente plausible. 

Por eso la familia al completo se reúne en torno a la sepultura de José (José María Prada), habida cuenta de que tanto el general Franco como el actor que lo simboliza (Prada falleció súbitamente de un infarto en agosto del 78) habían pasado a mejor vida. Las palabras de la madre no dejan lugar a dudas: "¡Hijo mío, tú eras el único que sabía poner orden!" Aunque ahora las cosas han cambiado y, tres años después de su muerte, los sucesores proyectan construir una urbanización en esos mismos terrenos en cuanto falte también la cuasi centenaria matriarca.



Mientras dicho momento no llegue, los aledaños de la finca permanecen infestados de cepos que ponen en peligro la integridad física de cuantos se adentran en los dominios familiares. A Fernando (Fernán-Gómez) le ha dado ahora por lanzarse en parapente y el otro hermano, Juan (José Vivó), lleva ausente una buena temporada por oscuros motivos que lo han convertido en persona non grata para el resto de miembros del clan. Por extraño que parezca, Ana (Geraldine Chaplin) sigue viva y regresa a la casa acompañada de su marido (Norman Briski). Natalia (Amparo Muñoz) da muestras de una voluptuosidad que contrasta con el ambiente pudibundo que se respira en el entorno.

Sin embargo, y a diferencia de la primera entrega, la secuela resulta un filme menos críptico y más tragicómico, en el que el personaje de Rafaela Aparicio, pese a las lágrimas que derrama por sus vástagos (y algún que otro ataque de apoplejía), canta y hasta acaba bailando por sevillanas en compañía de los suyos. Como también emerge, en otro orden de cosas, una insólita vertiente sobrenatural a través de Fernando, dotado de unas sorprendentes facultades paranormales (que él achaca a la fe) y que sólo pone en práctica a requerimiento de su madre.



4 comentarios:

  1. Los lobos, en esta ocasión, se han amansado bastante.

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    1. Pero acechaban en la penumbra, como se demostró en febrero del 81.

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  2. Tengo el recuerdo de que me gustó, pero la vi hace más de veinte años y apenas logro recuperarla en la memoria. Pero ahora, tras leer tu comentario, quiero volver a verla. Gracias.

    Saludos.

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    1. Muchas gracias, Antonio. Recuerda que para ver la película dispones del enlace en esta misma entrada.

      Saludos.

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