sábado, 26 de junio de 2021

Raza, el espíritu de Franco (1977)




Director: Gonzalo Herralde
España, 1977, 79 minutos

Raza, el espíritu de Franco (1977) de Gonzalo Herralde


Yo la guerra no la entiendo más que como un movimiento ecológico. El mundo tiene capacidad para un número limitado de personas. En cuanto hay ese crecimiento tiene que haber una guerra, tiene que haber otro Diluvio, tiene que haber un terremoto para equilibrar las fuerzas con medio a relación del ambiente en que viven. […] El héroe yo creo que está muy en relación en directo con el coñac: a mayor coñac más heroicidad.

Alfredo Mayo

Curioso experimento con la mira puesta en desentrañar la verdadera personalidad del Caudillo a través del análisis de la película Raza (1942) y el testimonio del actor Alfredo Mayo, protagonista de la misma, así como de Pilar Franco, hermana del Generalísimo. Resultado: una desmitificación en toda regla apenas dos años después de que el dictador hubiese pasado a mejor vida.

Valiéndose del montaje en paralelo, Gonzalo Herralde y su colaborador Romà Gubern alternan las declaraciones de los susodichos con fragmentos extraídos del filme que escribiera un tal Jaime de Andrade (pseudónimo tras el que se esconde Francisco Franco, verdadero autor del guion). De lo cual se infiere el enorme parecido entre algunos aspectos de la biografía de éste y la de José Churruca, su alter ego cinematográfico.



Sin embargo, Alfredo Mayo, a diferencia del héroe que encarna en la pantalla, jamás sintió especial apego por la vida militar y por no saber no sabe ni quiénes fueron los almogávares. A este respecto, Raza, el espíritu de Franco (1977) abunda en revelaciones de este tipo, sobre todo en boca de doña Pilar. Así, por ejemplo, sabemos de la separación de sus padres (que ella niega, aunque es público y notorio que el patriarca de los Franco abandonó a mujer e hijos para trasladarse a Madrid, donde vivió amancebado) o que sus antepasados fueron a parar todos a la administración de la armada en lugar de convertirse en valerosos marinos, como habría sido lo lógico en el Ferrol, donde tenía su sede la escuela naval.

Toda una saga familiar, más corrientucha que su exaltación fílmica, de la que la hermanísima acabaría en cierta manera renegando cuando, años después, declaró que mejor les hubiera ido si Paquito, en lugar de Jefe del Estado, hubiese sido un simple fontanero, albañil o vendedor de periódicos. Palabras contundentes, en su línea de mujer campechana, pero que entran en abierta contradicción con algunas informaciones a propósito de la enorme fortuna que doña Pilar habría amasado aprovechándose de su apellido.



2 comentarios:

  1. Tengo pendiente ver la película "Raza", la del guión de Jaime Andrade (Franco) que citas, y que algunos confunden con este film del Herralde que nada tiene que ver, sino todo lo contrario.

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    1. Pues si alguna vez te da por ver "Raza", recuerda que hay dos versiones: la original, de 1942, y el nuevo montaje que se llevó a cabo en 1950, rebautizado como "Espíritu de una raza" y del que se eliminaron los brazos en alto y demás alusiones fascistas.

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