viernes, 5 de febrero de 2021

Tigres de papel (1977)




Director: Fernando Colomo
España, 1977, 93 minutos

Tigres de papel (1977) de Fernando Colomo


Todos los reaccionarios, tenidos por fuertes, no son más que tigres de papel. La razón es que viven divorciados del pueblo.

Mao Tse-tung (Moscú, 18 de noviembre de 1957)
Intervención en la Conferencia de Representantes de Partidos Comunistas y Obreros

Los protagonistas de Tigres de papel (1977) quieren ser tan progres que acaban resultando más bien ridículos en su afán por aparentar una desinhibición de la que en realidad carecen. Son miembros de la generación que protagonizó el advenimiento de la democracia y que, en cierta manera, se sintió obligada a representar el papel que dictaban las circunstancias sociopolíticas por las que atravesaba la sociedad española de aquel entonces, pero para el que quizá, debido al lastre de una educación retrógrada que seguía pesando como una losa, no estaban del todo preparados. Eran días de porros y mítines, de efervescencia cultural y amor libre y los treintañeros Carmen (Maura), Alberto (Miguel Arribas) y Juan (Joaquín Hinojosa) participan de la euforia general formando un peculiar triángulo cuyos vértices oscilan entre las proclamas políticas y las camas redondas.

Tras haber rodado con el mismo equipo diversos cortos, entre ellos el hilarante Pomporrutas imperiales (1976), el cineasta Fernando Colomo debutaba en la dirección de largometrajes con una cinta que, pese a su corte un tanto documental, preludia lo que años más tarde sería la comedia madrileña. De hecho, ya en los títulos de crédito iniciales, la melancolía de las notas del Concierto nº 1 para violín en Si bemol de Albinoni, sobre el fondo de unas fotografías tomadas por el grupo de amigos durante un viaje a Italia, contrasta con la humorada (también incluida en el cartel de la película) de presentar al personal valiéndose de la lista de las preposiciones (al llegar a sin, se anuncia que éste es un filme "sin Robert Redford").



No cabe duda de que la fuerza transgresora que debió de tener en su día Tigres de papel ha quedado bastante atenuada con el paso de los años, si bien conserva aún buena parte de la frescura que flotaba en el ambiente (véase la escena del multitudinario mitin de la CUP, nada que ver con el actual partido catalán que ostenta las mismas siglas) durante los días de la Transición. Puede que los diálogos y dilemas amorosos del trío protagonista y sus allegados no alcancen el nivel de una disertación filosófica en toda regla (ni tampoco parece que ésa fuese la intención de Colomo), pero al menos sí que dan fe de cuáles eran las inquietudes de una parte de la población, ávida de nuevas experiencias ante la promesa de un mundo mejor.

Aparte de su innegable valor testimonial, la cinta contiene algún que otro cameo interesante, como ver a Luis García Berlanga ejerciendo de líder de una brigada fascista que se dedica a vapulear, en plena vía pública, a los voluntariosos simpatizantes de izquierda que enganchan sus propios carteles sobre los de la Alianza Popular del ex ministro franquista Manuel Fraga Iribarne.



8 comentarios:

  1. Curiosa película, que se ve con cierta nostalgia, pero que le pesan los años como una losa. De todas formas, merece la pena verla, el que ya tenga una edad recordará ciertas cosas.
    Saludos.

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    1. Puede que le pesen los años, Fernando, pero así era nuestro país entonces. Creo que "entrañable" sería el calificativo que mejor define esta película.

      Saludos.

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  2. Y, de repente, llegó la democracia.
    Una mirada a algunas de las inquietudes de los jóvenes de la época.

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    1. Sin duda, Trecce. Aunque los protagonistas de la película, separados y con hijos, ya no eran tan jóvenes (al menos, según los estándares de la época).

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  3. Muy acertada tu observación, pues ciertamente "Tigres de papel" anticipa la comedia madrileña que eclosionaría definitivamente en los ochenta.

    Un abrazo.

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    1. Hablando de comedia, "Tigres de papel" contiene diálogos tan ocurrentes como el que sigue:

      -¿Qué pasa? ¿Es que no puedo pegar carteles?
      -Es que no me pega nada.
      -¿No te pega que yo pegue?
      -No me pega que pegues, ni que te peguen.
      -La próxima vez pegaré yo.

      Un abrazo.

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  4. Hola Juan!
    Juraría que no la he visto pero me interesa mucho el tema y el momento en que discurre la historia. Una imagen que tengo muy presente de aquellos años es la de los coches que arrojaban miles de octavillas megáfono en ristre, era la publicidad de la época. Bueno, ese dialogo en el comentario a Ricard es tremendo...jeje
    Gracias por la reseña, saludos!

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    1. A pesar de su vertiente documental, yo creo que "Tigres de papel" tiene bastante de parodia de todo aquel politiqueo de la transición.

      Gracias a ti por tus comentarios.
      Saludos.

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