sábado, 2 de mayo de 2020

Jandro (1965)




Director: Julio Coll
España/Argentina, 1965, 111 minutos

Jandro (1965) de Julio Coll

Se cambia Texas por Asturias y los pozos de petróleo por unas minas de carbón y el resultado es Jandro (1965), probablemente lo más parecido a Gigante (1956), de George Stevens, que haya dado el cine español. Como su modelo hollywoodense, la cinta de Julio Coll es una película-río que narra los avatares de una familia, en este caso los Ordieres, desde sus orígenes humildes, allá por 1912, excavando en las galerías del señor Dumont (Jorge Rigaud) hasta embarcarse, una vez ya establecidos por su cuenta, en el arriesgado proyecto de hallar una veta bajo el mar.

Aunque ésta es, sobre todo, una crónica de ilusiones frustradas: la de un hermano (Pedro, interpretado por el argentino Alfredo Alcón), que sueña con hacer realidad los deseos de su difunto padre, y la del propio Jandro (Arturo Fernández), obsesionado con dejar atrás el servilismo de una existencia continuamente expuesta a la tragedia y darse la gran vida en París, rodeado de Champán y mujeres.



Claro que el mensaje subyacente (la idea de que el objetivo de la clase obrera es el ascenso social) no deja de ser, en sí misma, esencialmente reaccionaria. Así, Pedro se casa con Laura (María Mahor), la hija del patrón, mientras que al bueno de Jandro, mujeriego empedernido y verdadero damnificado de toda esta historia, no le queda más remedio que ir posponiendo su anhelo parisino en aras de satisfacer la ambición suicida de su hermano Pedro.

Magníficamente fotografiada en Eastmancolor y Cinemascope por Juan Gelpí, en su guion participaron hasta once personas diferentes, entre las que destacan los nombres de los escritores Faustino González-Aller y Alfonso Sastre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario