martes, 24 de octubre de 2017

Mal genio (2017)














Título original: Le Redoutable
Director: Michel Hazanavicius
Francia, 2017, 107 minutos

Godard sin Godard

Mal genio (2017)

Hace justo veinte días que nos dejaba Anne Wiazemsky, esposa y musa de Godard a finales de los sesenta, autora de un par de novelas que relatan su vida junto al cineasta de origen suizo. Partiendo, precisamente, de una de ellas (Un an après), el director Michel Hazanavicius intenta ahora repetir la jugada que tan buenos resultados le diera hace seis años con The Artist (2011).

Porque si en la laureada cinta que coprotagonizaban Jean Dujardin y Bérénice Bejo recreó la época dorada del cine mudo americano, con Le Redoutable hace lo propio inspirándose en el estilo visual y creativo del otrora enfant terrible de la Nouvelle vague. Arriesgada pirueta, sin duda, la de imitar lo inimitable, por más que el cartel de la película nos recuerde que se trata de una comedia: "Godard sin Godard", como decimos arriba, o "revolución sin revolución" vendría a ser la fórmula seguida en un filme cuya fotografía revela una textura y un tratamiento del color calcados a los de, por ejemplo, La chinoise (1967), pero muy lejos de la osadía que marcaron aquellos títulos, hoy ya míticos.



En dicho sentido, es indiscutible el esfuerzo llevado a cabo por Hazanavicius para emular el vestuario, el ambiente contracultural, la atmósfera del mayo parisino y sus protestas estudiantiles. En una palabra: el espíritu de una época. Pero por más que Mal genio se estructure en diez partes de ingenioso título, por mucho que incluya escenas que remiten a algunos de los momentos más célebres de la filmografía del homenajeado, ello no basta para que el resultado final suscite el mismo interés.

Quizá porque lo que entonces era radicalmente innovador hace ya tiempo que fue digerido y superado; tal vez porque Godard aún vive y sigue en activo... No sé. Lo cierto es que una película como ésta lo único que pone de manifiesto es la banalización innecesaria de un personaje mucho más profundo y complejo que la superficial caracterización llevada a cabo por el actor Louis Garrel. Claro que, partiendo de la base de que se titula "El temible" y que pretende desmitificar al genio adoptando el punto de vista de su exmujer, puede que el verdadero objetivo no fuese otro sino ridiculizar a Godard dejando al descubierto las muchas contradicciones de su carácter marcadamente egocéntrico. A lo mejor es por eso que Hazanavicius ha querido que al personaje se le rompan tantas veces las gafas: para subrayar simbólicamente la cortedad de miras de alguien que, de puro endiosado, es incapaz de valorar a la mujer que comparte su vida con él, primorosamente encarnada en la película por la cautivadora Stacy Martin.


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