domingo, 15 de febrero de 2015

La quimera del oro (1925)




Título original: The Gold Rush
Director: Charles Chaplin
EE.UU., 1925, 69 minutos

La quimera del oro (1925)


De entre todas sus películas, La quimera del oro era quizá la preferida de Chaplin. Así lo afirmó en más de una ocasión. En 1942 realizaría, incluso, una versión sonorizada de la misma que incluía su propia voz como narrador de la historia. La quimera del oro es también la película que contiene dos de los números más célebres de Charlot. Uno es el de la bota que, debido a la acuciante hambre que padecen los dos buscadores de oro, se ven obligados a cocinar para, acto seguido, tener que comérsela. En realidad, la bota estaba hecha de regaliz y Chaplin rodaría de esa escena hasta 63 tomas distintas, pues a tal extremo llegaba su perfeccionismo. El otro gag por el que es recordado el filme es aquel en el que, sentado a una mesa preparada para celebrar la Nochevieja, el protagonista improvisa un baile con dos panecillos pinchados en sendos tenedores. Sencillamente genial. Tal fue el éxito que, cuenta la leyenda, cuando se mostró por vez primera la película en Berlín el público obligó al proyeccionista a rebobinar para verla de nuevo.

Aun así, The Gold Rush contiene otros momentos no menos memorables y que, sin embargo, se han visto eclipsados por la fama alcanzada por los otros dos. Por ejemplo, cuando "el buscador solitario" intenta ganarse un sobresueldo limpiando la nieve acumulada en la entrada de un comercio. Palada tras palada, la retira hechándola a sus espaldas, sin advertir que, de esta manera, está taponando el portal de la tienda contigua. Pero no importa: así tiene un pretexto para embolsarse otra propina y repite la misma acción con similar torpeza. Con todo, cuando descubre que el tercer umbral obstruido es el de la prisión local, lanza la pala al suelo y se marcha de allí precipitadamente. Y qué decir de la cabaña al filo del precipicio: otro instante sumamente divertido.

Entre los pormenores del accidentado rodaje, hay dos especialmente destacables: el primero es que, ya empezado este, Chaplin hubo de cambiar a la actriz protagonista (Georgia Hale sustituyó a Lita Grey), con lo que tuvo que reiniciar la filmación. El motivo no fue otro sino el embarazo de Lita Grey: para evitar ser acusado por abuso de menores, Chaplin se vio obligado a casarse con ella precipitadamente. La segunda de las anécdotas es que los 2500 extras que hacen de buscadores de oro en Alaska eran, en realidad, mendigos a los que se pagó un sueldo diario para que encarnaran dicho papel. Detalles como estos contribuyen todavía más, si cabe, a hacer de La quimera del oro un clásico con MAYÚSCULAS de la historia del cine.


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues no lo sé, Enric: nunca me he comido ni una bota ni, mucho menos, un "boto". En todo caso, me parece que la que se come Chaplin en la peli estaba hecha de regaliz. ¡Gracias por comentar!

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