domingo, 7 de diciembre de 2025

Núremberg (2025)




Director: James Vanderbilt
EE.UU./Hungría, 2025, 148 minutos

Núremberg (2025) de James Vanderbilt


Como buen producto hollywoodense, a Nuremberg (2025) le sobra espectacularidad y le falta un poco de rigor histórico. Contiene, eso sí, actuaciones memorables de las que bien valen un Óscar, aunque todo el mundo sabe que ello no siempre es suficiente para que una película se aguante durante dos horas y media de metraje.

En cualquier caso, atreverse a recrear los juicios contra la cúpula nazi después de precedentes tan rotundos como la monumental Vencedores o vencidos (Stanley Kramer, 1961) denota un punto de osadía que merece ser tenido en cuenta. A este respecto, la puesta en escena de James Vanderbilt se permite alguna que otra licencia, como esa hipotética entrevista con Pío XII en la que poco menos se acusa al Sumo Pontífice de haber sido negligente a la hora de interceder en favor del pueblo hebreo.



No obstante, tanto Rami Malek como Russell Crowe están estupendos en sus respectivos papeles de psiquiatra al servicio del ejército norteamericano y mariscal Göring, este último orondo y haciendo gala de un impecable acento alemán. Asimismo, una revisión atenta del reparto depara otras gratas sorpresas, como la admirable interpretación de Michael Shannon encarnando al fiscal que pretende poner contra las cuerdas al antiguo jerarca nazi o descubrir al hijo de Tom Hanks, Colin Hanks, en un pequeño papel de psicólogo que también entrevistó a los acusados nazis y documentó sus interacciones.

Sin embargo, y ahí reside uno de los escasos elementos de interés de la película, hay líneas de los diálogos que contienen réplicas cuya intencionalidad salta de inmediato a la vista (que a buen entendedor sobran palabras y la relectura del pasado que llevan a cabo los guionistas, a partir del libro de Jack El-Hai, se hace siempre desde un presente muy determinado). Nos estamos refiriendo a ese momento en el que, interrogado a propósito de por qué los alemanes dieron su apoyo a Hitler, uno de sus simpatizantes responde: "Porque nos prometió que haría grande a Alemania otra vez...". Alusión velada al trumpismo que deja entrever inquietantes semejanzas entre el carisma de los líderes totalitarios de antaño y el gancho populista de quienes ostentan el poder hoy en día.



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