viernes, 3 de febrero de 2023

Wolfshead: La leyenda del joven Robin Hood (1973)




Título original: Wolfshead: The Legend of Robin Hood
Director: Johnny Hough
Reino Unido, 56 minutos, 1969-1973

Wolfshead: La leyenda del joven Robin Hood (1973)


Una voz en off se deja oír al inicio de Wolfshead: The Legend of Robin Hood (1973): "La Inglaterra de 1190 era una región desdichada, con sus gentes divididas en dos clases distintas: los sajones, una raza esclava, y los normandos, que gobernaban sin justicia..." Palabras tajantes de lo que en principio estaba previsto que fuese el episodio piloto para una serie de televisión que nunca llegó a realizarse y que finalmente se estrenaría en las salas comerciales del Reino Unido cuatro años más tarde, en un programa doble junto con el musical Take me high (1973), protagonizado por Cliff Richard.

Pese a las imperfecciones propias de un producto a todas luces inacabado, el director John Hough (cuando aún firmaba Johnny) ofrece, sin embargo, destellos de su talento mediante una puesta en escena alejada de la típica recreación de cartón piedra en estudio a la que tanto recurriera la Hammer en anteriores décadas. Así pues, los exteriores filmados en las brumosas campiñas del norte de Gales contribuyen a recrear una ambientación medieval mucho más acorde con la realidad del período histórico en el que se sitúan los hechos.

Wolfshead o "Cabeza de lobo" es el término con el que se designaba a los forajidos


El guion de David Butler se centra en los orígenes del personaje, un joven campesino llamado Robert de Locksley (David Warbeck) en cuyas tierras recala un fugitivo acuciado por los guardabosques de sir Geoffrey de Doncaster (Roy Boyd). Tan justo como valiente, el futuro Robin Hood planta cara a la autoridad y sale en defensa del pobre hombre, al cual dará cobijo junto a su propia familia. Tal desacato suscita las iras del hermano de Geoffrey, el todopoderoso Roger de Doncaster (Christopher Robbie), entre otras cosas porque su prometida Lady Marian Fitzwalter (Ciaran Madden) sigue enamorada del díscolo aldeano.

Desde el punto de vista técnico, la dirección de John Hough destaca por el uso continuo de primeros planos y angulaciones en contrapicado que, aparte de subrayar la magnificencia de los personajes, contribuyen también a disimular (como tantas veces demostrara Orson Welles, otro cineasta acuciado por penurias económicas) la estrechez de medios de una producción de bajo presupuesto.



4 comentarios:

  1. Al menos parece algo diferente a otras producciones sobre el mismo tema.

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    1. Tal vez porque estaba pensada como preámbulo para una serie mucho más larga.

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  2. Hola Juan!
    Me llamo la atención lo corto de su metraje, pues tampoco tenia mala pinta el proyecto.
    Saludos!

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    1. Lo que queda es apenas el esbozo de lo que podía haber sido una gran serie, en nada distinta a las de la BBC.

      Saludos.

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