domingo, 1 de mayo de 2022

Muerte de un amigo (1959)




Título original: Morte di un amico
Director: Franco Rossi
Italia, 1959, 95 minutos

Muerte de un amigo (1959) de Franco Rossi


El estilo inconfundible de Pasolini se percibe enseguida en esta cinta a propósito de dos colegas que se dedican a ejercer el proxenetismo y a extraer el máximo beneficio de pequeños chanchullos no demasiado legales. En ese sentido, ni Aldo (Gianni Garko) ni Bruno (Spyros Fokas) han tenido jamás un empleo estable ni tampoco les atrae mucho la idea de vivir sujetos a obligaciones. Para ellos lo principal es el dinero contante y sonante en el bolsillo, de modo que ambos parecen predestinados a tener problemas con la justicia.

Cierto que Aldo dejará entrever un cierto propósito de enmienda cuando, a través de su madre (una honesta viuda que trabaja de sol a sol para sacar adelante a su familia), conozca a Adriana (Anna Mazzuchelli), una vecina que duda entre si hacerse o no monja. El caso es que, por más que Aldo se sienta atraído por la joven, la fatalidad acabará provocando, sin embargo, que finalmente se decante hacia el lado oscuro de Bruno aceptando ser su cómplice en un arriesgado golpe de consecuencias imprevisibles.



A diferencia de Aldo, Bruno carece de una familia que, llegado el momento, pudiera inspirarle el deseo de abandonar la delincuencia. Por contra, su trayectoria es la típica de un chico de la calle que se ha hecho a sí mismo a fuerza de curtirse en las mil y una penurias a las que ha debido hacer frente desde pequeño. De ahí que no se deje ablandar cuando su pupila Franca (Angela Luce) le confiesa que está embarazada: ajeno a cualquier instinto de paternidad, ni siquiera besa a la muchacha cuando se despiden en la parada de autobús.

A medio camino entre el cine negro y la denuncia social, Morte di un amico (1959) anuncia, ya desde su propio título, el destino trágico que se cierne sobre quienes optan por la marginalidad en vez de asumir una conciencia de clase que, sin sacarlos de pobres, pudiera al menos redimirlos a través del honrado cumplimiento de sus deberes.



4 comentarios:

  1. Este mundo marginal del que los personajes parecen no poder salir que tan bien retrató Pasolini.

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    1. Ciertamente, ése sería uno de los rasgos más reconocibles de su estilo.

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  2. Hola Juan!
    Esta no la he visto. Gracias por todas estas películas que me descubres.
    Saludos!

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    1. Gracias a ti, Fran, por la constancia con la que visitas y dejas comentarios en el blog.

      Saludos.

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