lunes, 29 de marzo de 2021

La hija del engaño (1951)




Título alternativo: Don Quintín el amargao
Director: Luis Buñuel
Méjico, 1951, 77 minutos

La hija del engaño (1951) de Luis Buñuel


El productor Dancigers quiso que se titulase La hija del engaño lo que no dejaba de ser una nueva adaptación del célebre sainete de Arniches Don Quintín el amargao, que Buñuel ya había producido para Filmófono en la España republicana de los años treinta. No cabe duda, pues, que estamos ante un trabajo meramente alimenticio, de los muchos que don Luis se vio obligado a filmar durante su exilio mejicano, con la mira puesta a explotar la vis cómica de los actores Fernando Soler y Fernando Soto, alias "Mantequilla".

Con todo y con eso, al comparar la cinta que nos ocupa con la versión del 35 salta enseguida a la vista que este don Quintín actúa más por despecho y menos por capricho, teniendo en cuenta que ahora sí se consuma el adulterio de la esposa con un amigo. Como no deja de ser revelador el hecho de que, en esta nueva relectura, el protagonista se muestre de lo más tierno con su hijita en la primera secuencia (en el filme español el bebé ni siquiera había nacido cuando el marido echa de casa a su mujer).



Lo cierto es que la acción en ambas películas discurre bastante en paralelo, repitiéndose los gags y momentos de mayor chispa sin excesivas diferencias, con la salvedad de que la fiereza del eterno malhumorado, en manos del genio de Calanda, recibe un tratamiento abiertamente satírico. Tal vez por ello, el local que regenta recibe el poco halagüeño nombre de El Infierno: detalle que entronca con el Buñuel subversivo de la etapa muda y que avanza el carácter iconoclasta de posteriores títulos de su filmografía.

Pasado por el tamiz charro, don Quintín se nos aparece como un personaje algo más ridículo e incluso patético a causa de esa mala suerte que impide que sus propósitos lleguen a buen puerto. Caricatura que acabará de hacerse palpable cuando, en el último plano, el pobre hombre, una vez ha tenido lugar la anagnórisis con su anhelada hija (en estado de buena esperanza), se dirija al espectador y, mirando a cámara, exclame: "¡Lo ven ustedes! ¡Nada me sale bien!"



6 comentarios:

  1. Vi las dos versiones hace mucho tiempo y muy separadas una de otra. Sería bueno volver a ellas en un programa doble para poder comparar. Gracias por recordarlas!

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    1. Gracias a ti por tu comentario, Fernando. En cualquier caso, la estructura de ambas es prácticamente idéntica. La diferencia, en cambio, estriba en el hecho de que la versión mejicana es aún más histriónica.

      Saludos.

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  2. Parece que Buñuel le tenía aprecio a esta obra de Arniches.

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    1. Probablemente porque le permitía ridiculizar la figura del macho dominante.

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  3. Que tal Juan!
    La tengo muy fresca, coincido con tu análisis. Personajes curiosos los gemelos...
    Saludos!

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    1. Sí: recuerdo perfectamente la entrada que le dedicaste en tu blog allá por el mes de enero.

      Saludos.

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