domingo, 30 de agosto de 2020

Blade Runner (1982)




Director: Ridley Scott
EE.UU., 1982, 117 minutos

MORE HUMAN THAN HUMAN

Blade Runner (1982) de Ridley Scott

Nunca había sentido esto antes. Somos máquinas, estampadas como tapones de botella. Es una ilusión ésta de que existo realmente, personalmente. Soy sólo un modelo de serie...

Philip K. Dick
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Traducción de César Terrón

Más que de una novela, Blade Runner fue la adaptación de una idea. Porque al trasladar a la pantalla el personalísimo universo que Philip K. Dick (1928-1982) forjara en su mente no quedó ni rastro de Iran, la fiel esposa de Deckard, ni de ese sucedáneo de culto religioso llamado mercerismo o de la eterna retransmisión televisiva del Amigo Buster. Tampoco hay codiciadas ovejas o cabras eléctricas, aunque, en su lugar, aparecen serpientes, palomas y hasta unicornios con parecida o, incluso, superior carga simbólica.

Las diferentes versiones que, a lo largo de los años, han ido enriqueciendo el ya de por sí abigarrado acervo visual de uno de los títulos más venerados de la historia del cine no han hecho sino incrementar el mito en torno a la figura del aguerrido cazador de bonificaciones (Harrison Ford) y su lucha sin cuartel contra los temibles replicantes de la serie Nexus-6.



Filme oscuro y críptico donde los haya, Blade Runner inauguraba el género futurista en su vertiente más posmoderna (o, por lo menos, en la definitiva), sentando las bases de posteriores y abrumadores delirios distópicos susceptibles de mil y una interpretaciones. A este respecto, el conmovedor plano inicial de un Los Ángeles convertido en inhóspita megalópolis de rascacielos y llamaradas quedará para los restos como la estampa nada halagüeña de un porvenir que hoy sería para nosotros el pasado (en la novela, la acción transcurre en 1992 y, en el filme, en 2019) siempre susceptible de convertirse en amenazador presente.

Que, como en toda obra maestra que se precie, ha acabado generando su propia leyenda. Aquélla según la cual la mítica escena en la que la luz del iracundo Roy Batty se apaga irremediablemente bajo una lluvia torrencial fue, en realidad, el resultado de una genial improvisación a cargo del desaparecido Rutger Hauer. Bellas y profundas palabras que, lejos de perderse en el tiempo, siguen y seguirán resonando perennemente en el imaginario colectivo de la cinefilia.


10 comentarios:

  1. Un título fundamental. Aunque todavía prefiero "2001".

    Un abrazo.

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    1. Estamos de acuerdo: para mí "2001" es insuperable.

      Saludos.

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  2. Un gran clásico, como el otro que mencionan, 2001.
    Es un logro la fusión del noir con la ciencia ficción.
    Con destacables personajes femeninos. Y está claro que se entiende más a los replicantes que a Deckar.

    Hay por lo menos dos ediciones distintas. La del director, con un final ambiguo. Y el corte, que incluye el monologo de Deckar, con su culpa. Y el final inesperado. Prefiero el segundo corte.

    Saludos.

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    1. Respecto a lo que comentas a propósito de que se entiende mejor a los androides que al cazador encargado de retirarlos, la novela deja en el aire la posibilidad de que el propio Deckard pudiera ser un replicante sin ni siquiera saberlo él mismo.

      Gracias por tu comentario y bienvenido a bordo, Demiurgo.

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  3. No la volví a ver desde que era chico pero seguro que me gustará como antes. Mítica al nivel de Brazil de Gilliam para mi gusto.

    Eso si, leo arriba que se meten con 2001 pero no, sabemos que la de Kubrick fue un milagro digamos, algo imposible de superar como decís. Saludos

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    1. Mítica porque, al margen del envoltorio futurista en el que viene envuelta, la historia indaga en aspectos esenciales de la condición humana (¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?) Lo mismo que "2001", aunque Kubrick logró un grado de trascendencia aún mayor.

      Saludos.

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  4. Hola Juan!
    Poco que añadir a tu brillante reflexión. La película la tengo en un altar, leí la novela y coincido contigo.
    Todavía me pregunto si realmente esa inolvidable escena fue una improvisación...
    Saludos y feliz semana!

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    1. Como en todas las leyendas, supongo que hay que creerse la mitad. En cualquier caso, lo únicamente improvisado parece ser que fue la frase "All those moments will be lost in time like tears in rain".

      Saludos.

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  5. Oscura. Pero concuerdo en que es más oscura en cuanto a lo que nos pregunta por nuestra existencia y nuestro destino.
    Tendría que leer la novela de Dick para entender con más detalles de dónde viene este film, que vi varias veces.

    Abrazos!

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    1. Bueno: en realidad, libro y filme son bastante independientes el uno del otro. De ahí que, con muy buen criterio, sus productores optasen por titular la película "Blade Runner" en lugar del más farragoso "Do Androids Dream of Electric Sheep?"

      Saludos.

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