sábado, 1 de marzo de 2025

Arde Mississippi (1988)




Título original: Mississippi Burning
Director: Alan Parker
EE.UU., 1988, 128 minutos

Arde Mississippi (1988) de Alan Parker


Mientras se acaban de esclarecer las misteriosas circunstancias que rodean el hallazgo de los cuerpos sin vida del actor Gene Hackman y de su esposa, aprovechamos para revisar Mississippi Burning (1988), cinta de Alan Parker con el telón de fondo de las tensiones raciales en la América profunda de mediados de los sesenta.

Forman el tándem protagonista dos agentes antagónicos del FBI, Anderson y Ward, interpretados respectivamente por el ya mencionado Hackman y por un Willem Dafoe que se hallaba en los inicios de lo que después ha sido una brillante y prolífica carrera. Lo cierto es que ambos investigadores responden a caracteres radicalmente opuestos, siendo el primero un veterano de vuelta de todo y el otro un joven metódico al frente del caso, y empeñado en hacer justicia, cuya seriedad contrasta enormemente con la campechanía de su ayudante.



Pero las apariencias engañan, y a medida que avance la acción se irá viendo que Anderson no es tan vivalavirgen como a simple vista pudiera parecer, sino que bajo ese aspecto de bonachón desengañado se esconde el viejo sheriff que una vez fue. Lo cual da pie a que en diversas ocasiones saque a relucir unos métodos bastante sui géneris, como interrogar a las usuarias del salón de belleza del pueblo o coquetear con la mujer del ayudante del sheriff (interpretada por Frances McDormand), en abierta oposición con la rectitud de su superior.

Valiéndose del trasfondo histórico de la intolerancia segregacionista, Alan Parker despliega su habitual catálogo de efectismos, en especial en lo tocante a unos antagonistas, miembros del temible Ku Klux Klan, a los que se llega a odiar hasta tal punto que, cuando finalmente reciben su merecido, el espectador experimenta un morboso placer en forma de catarsis.



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