sábado, 21 de mayo de 2016

Pater (2011)




Director: Alain Cavalier
Francia, 2011, 105 minutos

Pater (2011) de Alain Cavalier


Durante los instantes iniciales de Pater (2011) vemos un primer plano de diversas conservas y la mano de un hombre mayor que va sirviendo las delicatessen a otro que, a juzgar por su voz, parece más joven. Enseguida sabremos que se trata del cineasta Alain Cavalier y del actor Vincent Lindon, quienes se han reunido para hablar de su próximo proyecto cinematográfico: en la película dirigida por el primero, el propio Cavalier interpretará al Presidente de la República y Lindon, el papel de Primer Ministro francés.

Lo curioso del caso es que de forma gradual y sin solución de continuidad veremos cómo ambos van ensayando sus papeles hasta convertirse ante nuestros ojos en los personajes que encarnan, desde lo que en apariencia era un vídeo doméstico hasta la película propiamente dicha. Curioso experimento a medio camino entre el documental y la ficción, en Pater se acabarán desdibujando los límites que separan la preparación de un filme de lo que serían las interioridades de las altas esferas del poder político.

Alain Cavalier

Pero también la relación que se establece entre ambos tiene algo de paternofilial y de ahí viene el título: el veterano director es como un padre para el actor protagonista, lo mismo que el político consagrado respecto a su delfín y futuro sucesor. Curioso paralelismo este, que llevará a Lindon a afirmar cómo a sus 51 años, ataviado con un buen traje y arropado por los mejores consejeros, se siente ya Primer Ministro y que cualquiera en esas mismas circunstancias podría ejercer como tal. ¿Crítica contra el sistema establecido o simple constatación de las semejanzas existentes entre su profesión y la de Manuel Valls?

Cavalier, por su parte, nos confesará ante el espejo y ante la cámara cómo en su más tierna infancia le sublevaba la autoridad que su padre ejercía sobre él. Un padre, Pierre, del que siente haberse convertido en clon con el paso de los años y cuya papada ha también heredado, aunque el hombre de Estado (¿o es el director de cine quien habla?) no duda en hacerla desaparecer mediante los 3000 euros de una costosa pero eficiente operación de cirugía estética.

Cavalier (izquierda) y Lindon (derecha): work in progress

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