miércoles, 25 de agosto de 2021

La becerrada (1963)




Director: José María Forqué
España, 1963, 96 minutos

La becerrada (1963) de José Mª Forqué


Monjas y toros no parecen, a priori, dos términos que tengan demasiado en común. Y, sin embargo, el cineasta José María Forqué fue capaz de concebir, con la ayuda de Jaime de Armiñán y Ricardo Muñoz Suay (coautores del guion), una historia en la que una comunidad de religiosas, acuciada por estrecheces económicas, decide organizar una corrida de toros benéfica con el objetivo de recaudar fondos para los pobres ancianitos de "El hogar del vencido".

Decir que Fernando Fernán-Gómez es el protagonista de la película sería, tal vez, un tanto excesivo, ya que La becerrada (1963) viene a ser más bien una especie de comedia coral. Sí que es cierto que su personaje, Juncal, un paria con ínfulas de apoderado taurino, sobresale por encima del resto dadas sus peculiares características, mitad soñador, mitad pícaro, mitad fanfarrón. Pero también interpretan papeles relevantes Amparo Soler Leal (sor María) o José María Rodero (don Heliodoro), amén de los diestros Antonio Bienvenida, Antonio Ordóñez y Juan García 'Mondeño', la intervención de los cuales constituye el principal reclamo de la cinta.



Rodada, entre otros enclaves, en Málaga, El Puerto de Santa María y la localidad jienense de Sabiote, son varios los temas que aquí se abordan, al margen de lo estrictamente relacionado con la tauromaquia. Por ejemplo, el fervor religioso de unas gentes, los vecinos de San Ginés de la Sierra, dispuestos a implorarle al Cielo, mediante rogativas, la lluvia que repare las penurias ocasionadas por la pertinaz sequía. O la mezquindad del señorito del lugar, el ya mencionado don Heliodoro, ridículo en sus remilgos y siempre acosando a la criada.

Aunque puede que lo más interesante del filme que nos ocupa no resida tanto en lo que llevamos expuesto, sino en una serie de rasgos que, por insólito que parezca, conectarían de pleno con el universo de un cineasta muy posterior en el tiempo: Pedro Almodóvar. Efectivamente, resulta casi inevitable ver ese claustro tan singular de hermanitas de la caridad, aficionadas al fútbol y a los toros, colocándole taparrabos a los querubines de las cornisas o, como sor Inmaculada (Rafaela Aparicio), preparando dulces incomibles, y no acordarse de las monjas de Entre tinieblas (1983). Asimismo, la presencia de Chus Lampreave en el reparto o el inesperado giro burlesco que toman los acontecimientos en el tramo final de la historia avalarían la posibilidad de que La becerrada fuese una de aquellas películas que el manchego tuvo ocasión de ver durante su infancia en el cine de su pueblo.



6 comentarios:

  1. En una serie de televisión de finales de los ochenta, Francisco Rabal daba vida a un ex-torero que atendía por Juncal.

    Interesante la posible influencia de este título sobre "Entre tinieblas". Pero no olvidemos las aportaciones de Gracita Morales y su "Sor Citroen".

    En fin, aprovecho para felicitarte por este extenso y riguroso repaso a la carrera de uno de nuestros actores más ilustres.

    Un abrazo.

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    1. Recuerdo perfectamente la serie a la que haces referencia, sobre todo por la parodia que le dedicaron Cruz y Raya ("¡Búfalo!", "¡Maestro!").

      Desde luego, todo aquel cine monjil/mojigato es susceptible de haber sido frecuentado por el Almodóvar niño, aunque ésta, en particular, me ha hecho pensar en el manchego porque, en un determinado momento, se escuchan de fondo las notas del allegro de la Sinfonía nº10 de Shostakovich, que es la misma música que el director utilizaría años después para los títulos de crédito iniciales de "La ley del deseo".

      Gracias a ti, Ricard, por tus comentarios, siempre acertados y afectuosos.

      Un abrazo.

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  2. En aquellos entonces era bastante común lo de las corridas benéficas a favor de asilos, hospitales, orfanatos, etc.
    La película, en efecto, dentro de los parámetros del momento, tiene su punto de irreverencia amable y graciosa.

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    1. No llega a ser ni la típica película de toros ni el típico bodrio beato, probablemente porque quienes la hicieron no se identificaban con ninguno de esos estereotipos.

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  3. Hola Juan!
    Por supuesto que este tipo de películas habrán alimentado (lo mismo que lo hicieron con nosotros) la infancia de Almodovar y en cierto modo motivado e influenciado su futura obra, supongo que algo similar le paso a Tarantino (aunque en su caso con otro tipo de cine), por cierto, mucho mas joven el de Knoxville (58) que el de Calzada de Calatrava (71). Lo de Chus Lampreave es para quitarse el sombrero, otra de esas grandes grandes.
    Saludos!

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    1. Totalmente de acuerdo, Fran. Aunque el papel de Chus Lampreave en esta película en concreto es muy de comparsa, siempre a la sombra de José María Rodero.

      Saludos.

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