lunes, 15 de julio de 2019

Un amor imposible (2018)




Título original: Un amour impossible
Directora: Catherine Corsini
Francia/Bélgica, 2018, 135 minutos

Un amor imposible (2018) de Catherine Corsini


Mon père et ma mère se sont rencontrés à Châteauroux, près de l’avenue de la Gare, dans la cantine qu’elle fréquentait, à 26 ans elle était déjà à la Sécurité sociale depuis plusieurs années, elle a commencé à travailler à 17 ans comme dactylo dans un garage, lui, après de longues études, à 30 ans, c’était son premier poste. Il était traducteur à la base américaine de La Martinerie.

Christine Angot
Un amour impossible
Flammarion

Más que Un amor imposible, el último trabajo de la realizadora francesa Catherine Corsini debería haberse titulado "Una película imposible". Porque adaptar las alrededor de doscientas páginas de la novela de Christine Angot (publicada en 2015 por Anagrama y recientemente llevada a los escenarios por Bulle Ogier y Maria de Medeiros en su versión teatral) no parece tarea sencilla a la vista del resultado final. Y es que Corsini (Dreux, Eure-et-Loir, 1956) sucumbe al recurso fácil de la voz en off para explicar la historia de una madre y una hija traumatizadas por el mismo hombre.

Ciertamente, el tema abordado es lo suficientemente duro como para que suscite de inmediato el interés del público y de ahí que tanto la novela como la obra de teatro y el filme hayan gozado de una cierta repercusión. Sin embargo, el reparto elegido para la adaptación cinematográfica no contribuye, precisamente, a dotar de verosimilitud a la trama. Sobre todo en el caso de Virginie Efira y Niels Schneider. ¿Cómo se explica, por ejemplo, que una mujer de bandera como Rachel caiga perdidamente enamorada de Philippe? Puede que en la novela él sea un encantador de serpientes irresistible, pero lo que es en la pantalla...



Mucho más meritorio, en cambio, es el tratamiento que, a nivel formal, se le da a la imagen para recrear un lapso temporal que va desde 1958 hasta prácticamente la actualidad. En ese sentido, la fotografía de Jeanne Lapoirie y la dirección artística de Toma Baqueni son dos de las bazas principales de un filme cuyo eje temático gira en torno a elementos relacionados con el choque generacional entre padres e hijos, el estigma de las madres solteras o los abusos sexuales en el seno familiar.

Esto último marca de un modo considerable el tramo final de Un amour impossible. Sobre todo porque Chantal —la adolescente (Estelle Lescure) y la adulta (interpretada por la cantante Jehnny Beth)— acabará pidiéndole cuentas a una madre (la ya mencionada Efira, quien, por cierto, realiza un esfuerzo considerable para meterse en la piel de una mujer que envejece conforme avanza la acción), la cual antepuso la ceguera de su pasión amorosa al incesto que se estaba cometiendo en sus propias narices y que no quiso o no supo ver.


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