Título original: King of Kings
Director: Nicholas Ray
EE.UU., 1961, 171 minutos
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| Rey de reyes (1961) de Nicholas Ray |
Toda la magnificencia de la factoría Bronston no bastó para que King of Kings (1961) alcanzase la notoriedad inicialmente prevista. Lo cual pudo deberse, en gran parte, al enorme parecido con Ben-Hur (1959), la película cuyo éxito, al fin y al cabo, pretendía emular. De hecho, la imponente banda sonora, al igual que en la oscarizada cinta de William Wyler, volvía a ser obra del húngaro Miklós Rózsa (1907-1995) y hasta el cartel de la una copiaba deliberadamente el diseño del de la otra.
No puede negarse, sin embargo, la gran cantidad de talento que el productor norteamericano logró reunir en torno a un proyecto que finalmente dirigiría el siempre interesante Nicholas Ray. A sus órdenes, un nutrido grupo de intérpretes entre los que cabe destacar la presencia de no pocos secundarios españoles, con lo que ello tiene de entrañable para cualquiera que conozca mínimamente la cinematografía de nuestro país. Así pues, Conrado San Martín irrumpe a caballo en el templo de Jerusalén encarnando a Pompeyo; o Luis Prendes, metido en la piel de Dimas, el Buen Ladrón, implora a Cristo en la cruz.
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Aunque si hay una presencia local que destaca con fuerza por encima del resto, ésa es, sin duda, la de Carmen Sevilla. Su papel de adúltera a punto de ser dilapidada y posteriormente fiel seguidora de Jesús la sitúa en una tradición de bellas actrices que han interpretado al mismo personaje, conformando una nómina en la que sobresalen nombres de la talla de Monica Bellucci (en La pasión de Cristo, de Mel Gibson) o, más recientemente, Rooney Mara a las órdenes del australiano Garth Davis en María Magdalena (2018).
Narrada a través de la impecable voz en off de Orson Welles, las casi tres horas de King of Kings suponen un portentoso esfuerzo por lo que tienen de recreación monumental de las Sagradas Escrituras. En ese sentido, el formato Super Technirama en 70 milímetros contribuye enormemente a la espectacularidad de una historia, la más influyente de todos los tiempos, que contó con un apolíneo (y depilado) Jeffrey Hunter de penetrantes ojos azules para el papel principal.
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| Siobhan McKenna en el papel de María, madre de Jesús |
Uno de los films recurrentes de aquellas semana santas en que en los cines no se veían más que películas con referencias religiosas, en este caso, con el atractivo que señalas, de ver a algunos intérpretes nacionales entre en reparto.
ResponderEliminarAfortunadamente, hoy vemos estas películas porque queremos, no porque nadie nos las imponga.
EliminarInteresante salto. Luego de una gran seguidilla de Robin Hood se viene esta otra, inesperada.
ResponderEliminarNo he visto esta, si la de Mel Gibson y también Ben-Hur.
Será bueno ver con qué otras te arremetes.
Abrazos, amigo
Bueno, Frodo, ya sabes que a mí me gusta sorprender rescatando películas del olvido. Aunque, dadas las fechas en que estamos, estas últimas tampoco son tan "inesperadas". Este año simplemente me apetecía revisar algunos clásicos relacionados con Semana Santa.
EliminarSaludos.
Por lo visto se trata de un clásico. Esto tiene valor pues hacer un clásico de este tema es resulta muy difícil.
ResponderEliminarYa lo creo que es un clásico. Que se rodó, además, en España. Y, efectivamente, abordar una película de tales características resultaba no ya difícil, sino directamente arriesgado. De hecho, es de sobras sabido que el productor Bronston acabó arruinándose.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarEs curioso como aquella programación "obligada" se ha convertido en tradición. Recuerdo ver estas películas con los ojos de un niño al que le metieron la religión con calzador, si he de serte sincero eso provocaba un efecto casi psicodélico cuando te plantabas frente a la pantalla y veías a dios...
Realmente lo del poster es realmente un calco como bien apuntas.
Saludos!
En mi caso jamás me impusieron ni la religión ni este tipo de películas, lo cual me permite verlas con relativa objetividad.
EliminarSaludos.