Título en español: El padre de mis hijos
Directora: Mia Hansen-Løve
Francia/Alemania/Bélgica, 2009, 110 minutos
Le père de mes enfants (2009) de Mia Hansen-Løve |
Comienza Le père de mes enfants (2009) al ritmo desenfadado y alegre del "Egyptian Reggae" de Jonathan Richman and The Modern Lovers, como si se quisiera dar a entender que ésta va a ser una película de tono burlesco o, por lo menos, más bien cómica. También los títulos de crédito, con los nombres de los intérpretes en diferentes colores que aparecen y desaparecen de la pantalla, mientras se muestran imágenes del bullicio parisino, parecen anunciar el carácter dinámico de la cinta.
Durante cincuenta minutos, aproximadamente, se confirman esas primeras impresiones, ya que se alternan escenas familiares junto con el día a día de Grégoire Canvel (Louis-Do de Lencquesaing), un entusiasta productor cinematográfico independiente, responsable de Moon Films. Sin embargo, los sucesivos reveses financieros a los que debe enfrentarse la empresa conducirán al hombre a tomar una decisión drástica que hace que el argumento dé un giro de ciento ochenta grados.
Para su segundo largometraje, agraciado con el premio especial de la crítica Un certain Regard en Cannes y, al año siguiente, el Lumière al Mejor Guion, la directora Mia Hansen-Løve se inspiró en el caso real de Humbert Balsan (1954-2005), actor y productor con el que ella misma había trabajado en su ópera prima. Además del ya mencionado Louis-Do de Lencquesaing, en el papel principal, completaron el reparto la italiana Chiara Caselli, como esposa, y Alice de Lencquesaing, hija mayor del primero en la ficción y en la vida real.
Con inusitada madurez para una cineasta que aún no había cumplido la treintena, Hansen-Løve resuelve satisfactoriamente el reto de combinar en un mismo filme el drama y el verismo cotidiano. Y no sólo eso, sino que además aprovecha para indagar en los entresijos de lo que supone la conciliación de dos mundos en apariencia antagónicos: la estabilidad familiar y personal, por un lado, y, en segundo lugar, una industria despiadada, la del cine, en la que levantar sueños y proyectos puede llevarse por delante las ilusiones del más pintado.
Se ve que la realizadora sabe retratar muy bien estos conflictos tan reales, por otra parte.
ResponderEliminarA decir verdad, son su especialidad: una constante a lo largo de su filmografía.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarAl ver la primera foto llegue a pensar que aquí había viaje en el tiempo...jeje Bueno, leyendo la trama veo que la cosa va por otro lado. Pues si, me imagino que como en otros sectores debe de haber sus luces y sus sombras.
Saludos!
Digamos que en el caso específico del cine, el glamour esconde muchos sinsabores.
EliminarSaludos.