Título original: Trollflöjten
Director: Ingmar Bergman
Suecia, 1975, 135 minutos
La flauta mágica (1975) de Bergman |
Aunque no deja de ser una versión filmada de la célebre ópera de Mozart, Trollflöjten (1975) posee el encanto de traducir en imágenes el universo mítico de un cuento de hadas. Quizá por ello, sabedor de la dimensión infantil de la obra, el realizador sueco insiste repetidas veces en mostrarnos el primer plano del rostro de una niña que se encuentra entre el público, como si intentase dejar claro que ésta es una película para todo tipo de espectadores. De hecho, el cinéfilo observador identificará más de una cara conocida entre los asistentes mientras suenan de fondo los compases de la obertura.
Por otra parte, cabe señalar que la película que nos ocupa pertenece ya de pleno a la producción televisiva de Bergman, quien, como Rossellini en su momento, supo ver las posibilidades de un medio que aún no había entrado en la deriva chabacana que experimentaría en décadas posteriores. Por lo menos, en la Suecia de mediados de los setenta, parece ser que era perfectamente plausible que un gran cineasta se pasase momentáneamente al terreno operístico para, acto seguido, emitir su adaptación a través de la televisión pública y, posteriormente, optar al Óscar al mejor vestuario y a los Globos de Oro, ser candidato a los César en Francia y, finalmente, recibir un BAFTA en el Reino Unido.
Dicen que Mozart incluyó no pocos símbolos masónicos en esta ópera (básicamente, todo lo relacionado con la lucha entre la luz y las tinieblas). Sin embargo, en manos de Bergman lo que adquiere mayor relevancia es la teatralidad de la propia representación, llevada a cabo en las tablas del viejo Drottningholm Palace de Estocolmo, un encantador teatro de estilo dieciochesco que el futuro director solía frecuentar de pequeño con sus padres.
Por último, y como no podía ser menos, el cineasta se permite alguna que otra licencia respecto al argumento del texto original. Así pues, además de que Papageno (Håkan Hagegård) ya no es medio pájaro, sino enteramente humano, el pérfido Sarastro (Ulrik Cold) pasa a ser padre de Pamina (Irma Urrila), con lo que el secuestro de la bella princesa adquiere unas connotaciones ligeramente incestuosas.
Hola Juan!
ResponderEliminarPoco o nada que comentar pues no la he visto, eso si, como en otras muchas ocasiones me has despertado la curiosidad. En la lista ya he creado el apartado "Bergman"...
No se si tu también le ves el parecido, a mi Hakan H. me tiene un aire a Jeff Bridges de joven...
Saludos!
Quizá ésta no sea su película más representativa (te recomiendo empezar por "Un verano con Mónica").
EliminarRespecto al parecido del actor sueco con Jeff Bridges, pues sí: aunque también le da un aire a Danny Amatullo, el personaje de "Fama".
Gracias por tus comentarios y feliz semana.
Toda la sensibilidad y el saber hacer del maestro sueco, al servicio de la música traducida a imágenes.
ResponderEliminarA estas alturas de su carrera, supongo que Bergman, considerando que ya lo había dicho casi todo como cineasta, sentía más interés por adaptar obras ajenas.
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