Director: José Luis Tirado
España, 2013, 75 minutos
El caso Rocío (2013) de José Luis Tirado |
Un escándalo de proporciones mayúsculas que, a día de hoy, sigue sin haberse resuelto plenamente a pesar de que El Rocío (1980) hace ya tiempo que se convirtiera, por derecho propio, en una película de culto. En ese sentido, el director José Luis Tirado indaga en El caso Rocío (2013) los pormenores de un litigio judicial que acabaría comportando el secuestro de la cinta (era la primera vez que algo así sucedía en nuestra democracia) y la posterior prohibición de la misma según sentencia del Tribunal Supremo. Y todo esto en 1984, cuando los socialistas llevaban ya dos años gobernando con mayoría absoluta.
Precisamente porque eran aquéllos unos tiempos (y así lo señala alguno de los muchos entrevistados que aportan su testimonio) en los que el afán por recrearse en la recién estrenada libertad invitaba a decir las cosas sin tapujos, el cineasta y su equipo se lanzaron a la filmación de la romería guiados por un espíritu etnográfico y desmitificador que, finalmente, desemboca en la evocación de los terribles hechos acaecidos en Almonte durante los primeros días de la Guerra Civil y que supusieron la muerte de un centenar de vecinos de dicha localidad onubense.
Vincular a las élites latifundistas con el Rocío resultaba poco menos que una insolencia en un momento histórico en el que buena parte del aparato franquista continuaba instalado en las estructuras del poder institucional. De modo que la inocencia con la que se rodó y se montó la película acabaría convirtiéndose en un arma de doble filo: por un lado, un documento gráfico capaz de captar la emoción del gentío durante una manifestación multitudinaria de fe; por otro, una visión nada convencional de toda la parafernalia que rodea los festejos y, por ende, potencialmente eficaz para enfurecer, como así fue, a los sectores más reaccionarios de la sociedad.
Lo más triste de toda esta historia es que Fernando Ruiz Vergara, asqueado por los muchos sinsabores a los que se vio expuesto a lo largo del proceso, jamás volvió a rodar otra película. En lugar de eso, optó por exiliarse voluntariamente en Portugal, donde, tras ver seriamente mermada su salud, fallecería en octubre del 2011 con apenas 69 años. Ésa fue la muerte oficial del cineasta, porque lamentablemente, y así lo atestigua Vítor Estevão, su director de fotografía: "Fernando murió mucho antes: el día en el que los mismos andaluces, en el que los españoles en general, lo rechazaron, acabando con él desde el punto de vista profesional".
Fernando Ruiz Vergara (1942-2011) |
No deja de ser curioso que este hombre pecase de ingenuo al no prever lo que le podría ocurrir con su película de denuncia.
ResponderEliminarDiscrepo de ese punto de vista: yo creo que, en todo caso, pecó de temerario, pero nunca de inocente.
EliminarPor allá han ocurrido cosas similares a las que ocurren acá, con algunos detalles diferentes, pero a grandes rasgos el ser humano es igual en todas partes.
ResponderEliminarEstá lleno de injusticias, de vencedores, matanzas, guerras sinsentido, hazañas.
¡Qué viva el cine y el arte!
Abrazos, Juan
Ya lo creo, Frodo. De hecho, imagino que si en Argentina se rodase un documental desmitificador sobre, pongamos por caso, Eva Perón, la película suscitaría reacciones similares a las de 'Rocío'.
EliminarAbrazos.
Me parece muy clarificadora esa visión de la romería como una invención/celebración de la derecha atávica. Un documental tan maldito como imprescindible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ciertamente, 'Rocío' puso el dedo en varias llagas en un momento en el que, derogada la censura franquista, cabía pensar que ya se podía decir cualquier cosa en una película. Lamentablemente no era así, de ahí el revuelo que se montó.
EliminarUn abrazo.