Título en español: Robin Hood: La rebelión
Director: Nicholas Winter
Reino Unido, 2018, 92 minutos
Robin Hood: The Rebellion (2018) |
Poco se puede decir de esta olvidable cinta, a propósito del célebre arquero de Sherwood, salvo que acredita que el mito sigue vivo. De ahí que aún continúen rodándose películas en torno a la figura de un héroe medieval cuyo espíritu parece evolucionar en consonancia con el signo de los tiempos. Robin Hood: The Rebellion (2018), escrita, dirigida, fotografiada y hasta coproducida por Nicholas Winter, obedece a unos parámetros que poco o nada difieren de los de productos televisivos como, por ejemplo, la popular serie Game of Thrones. Sin embargo, el resultado final dista muchísimo de ser mínimamente convincente.
Los actores (es un decir) interpretan sus papeles con una total falta de credibilidad, el guion (hora y media de clímax que no llega nunca a culminarse) carece por completo de interés, la puesta en escena (convencional, previsible...) abusa de recursos tan toscos como la cámara lenta. Cierto que las localizaciones y los exteriores, rodados en su mayoría en el sur de Gales, son bastante correctos, pero aún así falla lo más importante: que los hechos narrados desprendan un mínimo de verosimilitud.
Porque no cabe la menor duda de que, por muy enamorado que esté Robin (Ben Freeman) de su Lady Marian (Marie Everett), alargar innecesariamente el rescate de la joven, presa en las mazmorras del maligno Sheriff de Nottingham (James Oliver Wheatley), termina por ralentizar el ritmo de un filme que se supone de acción. Imperfecciones que, por otra parte, se pretende corregir en no pocas escenas con altas dosis de violencia gratuita.
Sin embargo, la morosidad con la que se desarrollan los combates a espada, desprovistos de cualquier atisbo coreográfico, dificulta enormemente que el espectador pueda llegar a sentirse identificado con lo que está viendo. Hasta el extremo de que se diría, ante semejante cúmulo de despropósitos, que las imágenes parece que hayan sido concebidas por y para adolescentes, quizá el único tipo de público capaz de tragarse un bodrio de tales proporciones. Desde luego, el 3'3 que le dan en IMDb parece más que justificado.
Una película bastante mejorable, por no decir otra cosa.
ResponderEliminarEn algún momento parece como de broma, como hecha por aficionados.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarNo la conocía, por lo que nos has contado creo que me la voy a saltar.
Solo un par de apuntes, tarde mucho en ver "Game of Thrones", intente ponerme con ella en una ocasión y no aguante 20 minutos, soy muy maniático para algunos detalles y no soportaba ver al personal tan guapo y repeinado. Paso mucho tiempo hasta que volví a darle una oportunidad, a partir de ahí fue un enganche total y absoluto. Se que no eres muy de series pero realmente vale la pena.
Estoy totalmente de acuerdo en cuanto a lo del uso de la cámara lenta, se ha vuelto indispensable en el cine actual y te la meten a la mínima de cambio.
Saludos y feliz semana!
Hola, Fran:
EliminarSupongo que la fama alcanzada por esa serie debe de estar más que justificada, pero, aún así, me parece que yo todavía no le voy a dar esa segunda oportunidad...
Saludos.