Director: Juan Padrón
Cuba, 1983, 80 minutos
Elpidio Valdés contra dólar y cañón (1983) |
La secuela Elpidio Valdés contra dólar y cañón (1983) presentaba al célebre coronel mambí y a su fiel esposa María Silva en una arriesgada misión cuyo objetivo no era otro sino viajar hasta Florida para hacerse con un cargamento de armas que después habrán de conducir rumbo a Cuba para ponerlo a disposición de la insurgencia anticolonialista.
Como ya sucediera en la primera entrega de la saga, los populares personajes creados por Juan Padrón responden a un perfil eminentemente maniqueo según el cual los españoles son vistos como despreciables seres tan zafios como tontos, mientras que los héroes de la inminente revolución independentista aparecen revestidos del arrojo que a la postre acabaría convirtiéndolos en figuras emblemáticas del imaginario colectivo cubano.
En cuanto al imperialismo yanqui, éste volvía a estar representado por la aborrecible estirpe de los Chains, siendo en esta ocasión los hermanos Harry y Chester los encargados de aliarse con el esperpéntico brigadier Agapito Resóplez para sufragar los planes abortistas de la contraguerrilla.
No puede negarse el carácter dinámico de una cinta esencialmente propagandística en la que el contexto histórico no parece reñido con la más pura acción de las hazañas bélicas en ella descritas. Todo aderezado, además, con unas gotas de humor cuyos rasgos más destacables serían, aparte de la ya mencionada necedad de los jerarcas militares y su impostado acento castellano, los extravagantes inventos de Oliverio, ya sea el tabaco pistola o el machete bumerán mortero.