Director: Fernando Franco
España, 2022, 109 minutos
La consagración de la primavera (2022) |
Cuando aún resuenan las emotivas palabras de Telmo Irureta al recoger hace unos meses el Goya al Actor Revelación, reivindicando el derecho de las personas discapacitadas a disfrutar plenamente de su propia sexualidad, nos ha parecido oportuno volver a una película que afronta con ternura, pero también con valentía, cuestiones de hondo calado ético.
Por varios motivos, La consagración de la primavera (2022) representa un enfoque radicalmente necesario de una circunstancia que rara vez ha sido abordada por nuestra cinematografía. En ese sentido, el trabajo de Fernando Franco se suma a propuestas anteriores como, por ejemplo, Yo, también (2009) de Antonio Naharro y Álvaro Pastor, en la que un muchacho con síndrome de Down se enamoraba de una compañera de trabajo.
El caso es que el director Fernando Franco (Sevilla, 1976) y su guionista Bego Arostegui construyen una historia que va más allá de las necesidades fisiológicas de David (Irureta) para centrarse en una universitaria, estudiante de primero de química, cuya incapacidad para relacionarse satisfactoriamente con los demás termina por unirla durante un tiempo con alguien aquejado por la misma necesidad de afecto.
Aunque el bloqueo de Laura (Valèria Sorolla) obedece a razones principalmente madurativas, ligadas a la educación religiosa que le inculcaron sus padres y al hecho de lo difícil que le resulta desenvolverse en una gran ciudad, lejos de su Manacor natal. De tal modo que, una vez superada esa incertidumbre, comenzará a sentir que su relación con David y con la madre de éste (Emma Suárez) la ha convertido en una especie de "prostituta" por culpa de los setenta euros semanales que percibe a cambio de sus servicios como asistente sexual. Se habrá cumplido entonces un ciclo, un rito iniciático, y la joven emprenderá el vuelo definitivo, rumbo hacia la vida adulta.
Franco da voz a quienes no la tienen porque la sociedad ha extendido sobre ellos un velo de ocultación, como si pretendiera que no molesten más de los imprescindible y eso siempre es de agradecer. Un film para reflexionar.
ResponderEliminarEs una película muy humana, alejada de prejuicios y estereotipos.
EliminarUna película triste, sin duda. Pero también lúcida, emotiva, y probablemente necesaria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo ello es muy cierto. Aunque ello no impide que también sea tierna.
EliminarUn abrazo.