Título original: Carnage
Director: Roman Polanski
Francia/Alemania/Polonia/España/EE.UU., 2011, 80 minutos
Un dios salvaje (2011) de Roman Polanski |
Cuando era chaval, recuerdo perfectamente que mi madre, una campesina andaluza sin estudios pero dotada de un extraordinario sentido común, solía decir: "Si mi hijo se pelea en la calle con otro niño, yo no iré a pedirle explicaciones a su madre. Porque los críos al día siguiente vuelven a ser amigos y yo, en cambio, me habré discutido con esa señora para nada". Sabias palabras, sin duda, que los protagonistas de Carnage (2011) distan de poner en práctica. Muy al contrario, estos padres de hoy en día adolecen de una corrección política tan puritana como hipócrita. Y bajo las buenas maneras que practican, adornadas incluso con ínfulas intelectuales, se esconde una fiera dispuesta a matar, si hace falta, para defender a sus cachorros.
No hay más que oír los términos en los que se expresan en la primera escena, mientras redactan una ridícula declaración a propósito de lo ocurrido, una simple riña entre muchachos en el parque que se salda con una violenta agresión, para darse cuenta de hasta qué punto el mundo se ha vuelto loco. Porque todas esas expresiones eufemísticas que pretenden sonar o muy legales o muy civilizadas ("sentido comunitario", "sentido del honor", "contexto social"...) no son más que la tapadera de la agresividad que rige el comportamiento de los seres humanos.
Y lo mismo pudiera decirse de la hospitalidad con la que los Longstreet, propietarios del acogedor apartamento neoyorquino repleto de libros de arte y ramos de tulipanes donde se desarrolla la acción, agasajan a los Cowan. A simple vista parece que Penelope (Jodie Foster) y Michael (John C. Reilly) desean sinceramente congraciarse con Nancy (Kate Winslet) y Alan (Christoph Waltz). Pero la gradual escalada de exabruptos que terminan protagonizando echa por tierra cualquier esperanza de que la cortesía sea capaz de contener nuestros instintos más primarios.
Adaptación de la pieza teatral de Yasmina Reza Le Dieu du Carnage, estrenada en París en 2008, la peculiar estructura de un filme que transcurre mayoritariamente en un único espacio (con la salvedad de las imágenes de la refriega y posterior convivencia de los chicos en el parque, al principio y al final de la película) permitió que Polanski rodase las escenas en orden cronológico. Lo cual favorece, a su vez, que la comicidad del guion vaya progresando desde la cordialidad inicial hasta la apoteósica discusión, despojados ya de sus respectivas máscaras, en la que acaba degenerando la reunión.
Ya el título original, "Carnicería", condensa muy bien el espíritu de la magnífica obra teatral que recoge muy bien Polanski en su película.
ResponderEliminarExacto. Tanto la obra como la película subrayan la verdadera naturaleza de las relaciones humanas.
EliminarPolanski se desenvuelve bien en escenarios únicos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y en espacios cerrados: "La semilla del diablo", "El cuchillo en el agua", "El quimérico inquilino", "Cul-de-sac"... son todas ellas películas bastante claustrofóbicas.
EliminarUn abrazo.