Título original: Trzy opowieści
Directores: Czeslaw Petelski, Konrad Nalecki y Ewa Poleska
Polonia, 1953, 100 minutos
Tres relatos (1953) de VV.AA. |
El debut de Polanski como actor se produjo gracias a esta cinta de propaganda en tres actos dirigida por y para la juventud de un país que anhelaba su reconstrucción después de haber sido literalmente arrasado durante los aciagos años de la Segunda Guerra Mundial. Al trío de debutantes que se puso tras las cámaras (Petelski, Nalecki y Poleska, todos ellos alumnos de la Escuela de Cine de Łódź) estaba previsto que se uniese también Andrzej Wajda, aunque ese cuarto episodio no llegaría a rodarse jamás.
La primera de las historias que componen Trzy opowieści (1953) es, al mismo tiempo, la más panfletaria, con sus brigadas de jóvenes trabajadores dispuestos a sacrificarse en pro de los planes quinquenales de la revolución socialista. Sin embargo, y por más que la mayoría de ellos tenga colgado en su habitación el retrato de Lenin, hay un infiltrado que sabotea la red de tuberías echando a perder numerosos sacos de cemento almacenados. Aun así, el culpable será de inmediato identificado por uno de los capataces, quien arriesgará su vida con tal de detenerlo.
Un díscolo recluta llamado Jacek (Lech Pietrasz) es el protagonista del segundo relato, si bien el espíritu de camaradería que se respira en el cuartel será determinante para encarrilar al muchacho por la senda de la ortodoxia estalinista. Es en esta parte de la película en la que un jovencísimo Polanski, de apenas veinte años, interpreta un breve papel.
Por último, Ewa Poleska (más tarde Petelska, tras contraer matrimonio con Czeslaw Petelski, director del primero de los relatos que integran este mismo filme) se encarga de una puesta en escena de ambientación rural en la que un simple caballo siembra la discordia entre los vecinos. Y es que Adam (Ferdynand Matysik) regresa del servicio militar con un rocín que le regala a su padrino Wierzbicka (Wanda Szczepanska), quien, hasta la fecha, se había negado reiteradamente a formar parte de la cooperativa agrícola local.
Jovencísimo Polanski.
ResponderEliminarNadie hubiese dicho que ese chaval estaba llamado a ser uno de los cineastas más importantes de su generación.
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