Título original: Khers nist
Director: Jafar Panahi
Irán, 2022, 107 minutos
Los osos no existen (2022) de Jafar Panahi |
La despiadada situación personal en la que se halla inmerso el cineasta Jafar Panahi, perseguido e incluso encarcelado por las autoridades del régimen iraní, convierten cada uno de sus filmes en un acontecimiento excepcional. Sobre todo cuando, como en el caso de Los osos no existen (Khers nist, 2022), el rodaje se lleva a cabo en secreto, algo que, en cierta manera, refleja la película que nos ocupa al mostrar al director dando órdenes a distancia desde la pequeña aldea donde reside: ficción dentro de la ficción con la que se genera un insólito discurso metacinematográfico de innegable significado alegórico.
Porque no cabe la menor duda de que ese microcosmos de aldeanos furibundos representa en realidad al conjunto de una sociedad teocrática en cuyo seno no tienen cabida ni la tolerancia ni, mucho menos, la libertad de expresión. Y todo por una supuesta foto en la que el forastero, para disgusto de los lugareños, ha captado una pudorosa ceremonia ancestral. De ahí a reconocer el calvario del propio Panahi en su lucha infatigable contra el veto impuesto por los ayatolás no hay más que un paso.
Luego está la historia no menos amarga de la pareja que planea fugarse a la vecina Turquía con pasaportes falsos, tal vez huyendo de la misma intransigencia que, al otro lado de la cámara, condiciona los movimientos del hombre que está contando las vicisitudes de esos dos amantes. A fin de cuentas, como dirá uno de los personajes en un momento clave de la trama, "el miedo es poder".
Ya desde su título, la cinta plantea la necesidad de rebelarse contra los temores que nos vienen infundidos por los poderes fácticos con la única finalidad de alienar al individuo y mantenerlo a raya. Se trata, en ese sentido, de una declaración de intenciones, la enésima por parte de alguien que no se deja arredrar fácilmente y que, como su maestro Kiarostami, explora los límites de la realidad hasta convertir lo local en universal.
Qué valentía y qué mérito tienen estas personas que, como Panahi, se juegan literalmente la vida por sacar adelante su arte, sus pensamientos y alzan su voz para demostrarnos lo que de verdad vale la libertad que, a veces, tan poco apreciamos cuando la tenemos.
ResponderEliminarBueno, ya sabes lo que dicen: uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarEs curioso que rápido se olvidan ciertas cosas, estaba pensando en todas las revueltas acaecidas en Irán con motivo de la muerte de una chica por llevar mal puesto el velo. No me puedo imaginar lo que debe ser salir a protestar sin saber si volverás ese día a casa.
Y, sin embargo, Irán es uno de los países con más "libertades" de aquella área geográfica. O sea que imagínate cómo serán los otros...
EliminarSaludos.