Director: Ignacio Ferreras
España, 2011, 90 minutos
Arrugas (2011) de Ignacio Ferreras |
La escena inicial de Arrugas (2011) nos sitúa en un contexto no por conocido menos doloroso: el de los primeros síntomas de la demencia senil. Pero es también, al mismo tiempo, un ejemplo bastante elocuente de lo dura que puede llegar a resultar la experiencia para unos familiares/cuidadores desbordados ante la demanda de atención que implica hacerse cargo de un pariente enfermo de alzhéimer. El caso es que el hijo y la nuera de Emilio acaban optando por ingresar al anciano en una residencia adonde prometen ir a visitarlo con frecuencia.
Una vez allí, al hombre, antiguo director de una sucursal bancaria y gran aficionado a la natación, no le quedará otro remedio que adaptarse a un entorno por completo desconocido cuyo cicerone más ilustre es el dicharachero Miguel: argentino un poco pícaro que, como ocurría con el personaje de Morgan Freeman en Cadena perpetua (The Shawshank Redemption, 1994), es capaz de conseguir de todo sin salir del geriátrico, aparte de pegarle continuamente el sablazo a los internos aprovechándose de que los pobres no se enteran de nada.
Dos premios Goya (al Mejor Guion adaptado y a la Mejor Película de Animación) coronaron finalmente el trabajo del equipo comandado por el director Ignacio Ferreras, quien venía de colaborar, un año antes, a las órdenes del francés Sylvain Chomet en el filme homenaje a Tati El ilusionista (2010). Aunque, debido a la participación en el proyecto de la televisión autonómica gallega, la acción de Arrugas se sitúa en aquella comunidad, habiéndole correspondido a la Real Filharmonía de Galicia la ejecución de la notable banda sonora de Nani García.
Sin embargo, que nadie se llame a engaño: por mucho que se trate de una cinta de animación (y que eso pueda, de alguna manera, restarle dramatismo a la historia que en ella se narra o incluso infantilizarla), lo cierto es que el tema latente invita a una profunda reflexión en torno al trato y al triste destino de muchos de nuestros mayores. Aun así, la película contiene grandes dosis de ternura que ya estaban presentes en la novela gráfica del valenciano Paco Roca en la que está basada, un auténtico best seller en su género que recibiría, entre otros prestigiosos galardones, el Premio Nacional del Cómic en 2008.
Adaptación de uno de los grandes de la novela gráfica española.
ResponderEliminarMuy recomendable y aleccionadora en el mejor sentido del término.
A mí me sigue emocionando mucho a pesar de haberla visto varias veces.
Eliminar