domingo, 29 de enero de 2023

Robin Hood nunca muere (1975)




Director: Francesc Bellmunt
España, 1975, 84 minutos

Robin Hood nunca muere (1975)


También desde Cataluña hubo quien contribuyó a acrecentar la filmografía en torno al legendario arquero de Sherwood. El director Francesc Bellmunt, en colaboración con Ramon Font, firmaba el libreto de Robin Hood nunca muere (1975), enésima aproximación a la figura del forajido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, aunque esta vez los exteriores se rodasen en diversos enclaves de las cercanías de Barcelona, además de Montnegre, Foix y el río Tordera. La excelente dirección de fotografía, por cierto, corrió a cargo de Tomàs Pladevall.

Lo curioso del caso es que, aparte del paisaje y alguna que otra bóveda medievalizante, se cuelan en la trama diversos elementos locales, como, por ejemplo, un típico dragón de esos que expulsan fuegos artificiales por la boca. Detalle pintoresco que contrasta, sin embargo, con los temas en inglés de la banda sonora, a partir de poemas anónimos del siglo XII, a cargo de Isidor (Marí), voz solista, y un cuarteto de excelentes músicos entre los que destacan Jordi Clua (contrabajo) o Gerard Bouvier (flauta).



En el apartado de pifias y/o anacronismos es posible advertir más de un gazapo, como ese pararrayos que se divisa en lo alto de la torre de un castillo o los remiendos de cemento que se aprecian en la fachada de una iglesia. Minucias, todas ellas, si se valora la película en su conjunto como lo que realmente es: una cinta de aventuras en la que destaca la presencia, en papeles secundarios, de Emma Cohen (Melina) y hasta el mismísimo Agustí Villaronga como uno más de los Merry Men que acompañan al protagonista.

Con todo y con eso, lo más llamativo del guion es el hecho de que Robin (Charly Bravo, doblado por Constantino Romero) sea capaz de volver del otro mundo tras haber sido dado por muerto e incluso enterrado: una proeza más por parte del invencible héroe de las calzas verdes que, no contento con regresar a la vida, aún tendrá suficientes fuerzas como para rescatar un valioso tesoro de las profundidades de un pozo y enfrentarse al maligno Corregidor de Nottingham (Gaspar 'Indio' González).

Francesc Bellmunt (centro) y el resto del equipo durante el rodaje


10 comentarios:

  1. No sabia de l'existència d'aquesta curiositat, la miraré, segur que l'equip s'ho va passar molt bé rodant-la.

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    1. A mi em resulta molt entranyable, ja que algunes de les persones que hi van treballar, com ara en Ramon Font o en Manel Muntaner, són o han estat assidus de la Filmoteca i per tant em resulten molt propers. Ja em diràs què t'ha semblat la pel·lícula.

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  2. Pues sí que hay películas sobre Robin Hood. Esta es una rareza que desconocía. No sé si de esas que llaman películas malditas porque nunca se estrenaron o lo hicieron de refilón.
    Saludos

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    1. Pues sí, sí: esto no se acaba nunca. De ésta en concreto no te sabría decir si fue una peli maldita, pero sí que fue de las primeras que dirigió Bellmunt.

      Saludos.

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  3. Algunos de esos errores, con los medios de edición que hay ahora, se hubieran solucionado, así que tampoco hay que darle más importancia que la que tiene.

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  4. Hola Juan!
    Pues tiene un buen puñado de detalles curiosos. Me estaba fijando en esa foto (¡setentera a tope!) del equipo de rodaje, a mi Bellmunt me tiene un aire a Coppola en aquellos años...
    Es curioso como el termino "Robin Hood" ha pasado a formar parte del lenguaje popular, me refiero a la típica noticia de sucesos referente al delincuente que ayuda o distribuye dinero entre sus vecinos y amigos, a la mínima le cuelgan la etiqueta del personaje, en prensa es de lo mas habitual.
    Saludos y feliz semana!

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    1. Seguro que Coppola era uno de los ídolos del joven Bellmunt, aunque luego las carreras de ambos hayan sido tan dispares.

      Saludos.

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  5. Desconocía este trabajo de Bellmunt, un señor que me caía simpático hasta que cené con él un día (me suele pasar con realizadores/as catalanes/as a quienes se les han subido los humos).

    Un abrazo.

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    1. Vaya, qué cosas. Debió de ser toda una experiencia. Por otra parte, resulta que hoy 1 de febrero es precisamente su cumpleaños, así que podemos aprovechar para felicitarlo.

      Un abrazo.

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