Título original: The Story of G.I. Joe
Director: William A. Wellman
EE.UU., 1945, 108 minutos
También somos seres humanos (1945) de William A. Wellman |
La tercera y última sesión del ciclo Espectros de la guerra según Elisabeth Bronfen (ayer presentó Gran Torino de Clint Eastwood) ha consistido en un programa doble formado por el documental San Pietro de John Huston y También somos seres humanos de William A. Wellman, ambas producidas en 1945.
Nominada a cuatro Óscars (de los que no obtendría ninguno), También somos seres humanos se inspiraba parcialmente en la figura del corresponsal de guerra Ernie Pyle, quien habiendo ejercido labores de asesor no llegaría, sin embargo, a ver terminada la película, toda vez que murió poco tiempo después en la batalla de Okinawa.
Burgess Meredith (1907–1997) en el papel del reportero y Robert Mitchum (1917–1997) como el Teniente Walker son las principales estrellas de un filme cuyos personajes, miembros del cuerpo de infantería, se arrastran por el barro de las posiciones que aspiran a controlar en terreno italiano, a menudo en condiciones de extremo rigor.
Son especialmente logradas escenas como la del tiroteo que tiene lugar en el interior de una iglesia en ruinas o recursos dramáticos como la gramola con la que obsesivamente carga a cuestas uno de los soldados y que a duras penas funciona.
Se cuenta que el director William A. Wellman (1896–1975), quien había participado en la Primera Guerra Mundial como piloto de aviación, era en un principio reacio a dirigir una película sobre los G.I. Joe (Government Issue, Joe), aunque después de visitar personalmente a Pyle en Nuevo Méjico acabaría cambiando de opinión.
Sea como fuere, el resultado final supuso un filme épico de propaganda en favor de la causa aliada que lograría arrancar comentarios de admiración al mismísimo Eisenhower.
El Teniente Walker (Robert Mitchum) en plena acción |