Director: Ricardo Franco
España/Francia/Italia, 1997, 110 minutos
La buena estrella (1997) de Ricardo Franco |
Tres personajes extremos en un triángulo insólito... Y un director, el añorado Ricardo Franco (1949-1998), que afrontaba la que sería su última película en vida (Lágrimas negras, finalizada por Fernando Bauluz, se estrenó póstumamente, al año siguiente de su fallecimiento). De hecho, se cuenta que la abundancia de planos cortos en La buena estrella se debe a que prácticamente no podía ver y de ahí la dedicatoria final que encabeza los títulos de crédito: "Al doctor Del Río Herrmann y a todos los que cuidaron de mis ojos en el Instituto Oftalmológico de Madrid".
La película, galardonada con cinco premios Goya y una mención especial en Cannes, se divide en tres partes cuyos títulos aluden directamente al trío protagonista: "La Tuerta", "El guapo de cara" y "El Manso". O lo que es lo mismo: Marina (Maribel Verdú), el quinqui Daniel (Jordi Mollà) y el carnicero Rafa (Antonio Resines). Una historia, basada en hechos reales, y que Ricardo Franco, pese a tratarse de un encargo (que tenía que haber dirigido, inicialmente, Juanma Bajo Ulloa), supo hacer suya hasta el punto de teñirla de un distintivo tono crepuscular, subrayado por la excelente partitura de Eva Gancedo. Ángeles González Sinde, por cierto, futura ministra de cultura del gobierno de Zapatero y reputada cineasta, no sólo participó en el guion, sino que, además, interviene en un breve cameo haciendo de funcionaria del registro civil.
"Nunca, nada, nadie..." Las tres enes que rigen la vida de Dani, un ser autodestructivo que presume de que al nacer lo abandonaron en un cubo de basura, irrumpen al cabo de los años y en plena noche en el hogar que han formado Marina y Rafa, amenazando con desbaratar la estabilidad por ambos conseguida en compañía de Estrella, la "hija" de la pareja. Pero Daniel, que, aparte de carne de cañón, es también culo de mal asiento, no aguantará por mucho tiempo bajo el mismo techo que sus anfitriones.
Verosímil o no, lo cierto es que la relación a tres bandas entre un bondadoso castrado y dos antiguos expósitos que recoge de la calle sigue provocando un nudo en la garganta veintitantos años después de su éxito arrollador de crítica y público. Lo cual confirma la condición de obra maestra de una cinta que, según se desprende de su fuerza (y corroboran quienes participaron en ella), se rodó en estado de gracia.
Menudo ciclo de buen cine español te estás marcando. Esta película es una obra maestra, totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarAbrazos.
A ver, tú dirás: ¡llevo sin pisar una sala de cine desde el siete de marzo! Así que estoy aprovechando para montarme los ciclos yo solito aquí en casa. No es lo mismo que disfrutar de ellos en pantalla grande, pero al menos recupero títulos que tenía pendientes de comentar en el blog. De "La buena estrella" poco se puede decir, si no es que Ricardo Franco intuía que el final de su vida estaba cerca.
EliminarUn abrazo.
Si és cert el que diuen, que la memòria es un bon critic, en aquest cas és evident, es de les que recordo, precisament.
ResponderEliminarLa memòria acostuma a trair-nos, tot deformant els nostres records. Però, en qualsevol cas, si no l'has oblidat deu ser perquè en el seu moment et va agradar molt. I això és el que compta.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarNo había vuelto a verla desde su estreno en el cine, hace un año mas o menos me puse de nuevo con ella y volvió a dejarme una sensación muy profunda.
Precisamente hace unos días planeábamos ir al cine y la verdad que yo no las tengo todas conmigo, fui a ver "Tenet" y ya no volví a pisar una sala. Siempre nos quedaran esas sesiones que nos montamos en casa, di que si!!!
Saludos!
Como cuenta una historia muy a flor de piel, es natural que nos toque la fibra. Y lo de ir al cine... Bueno: me consuela pensar que algún día recuperaremos el tiempo que ahora, por prudencia, conviene dedicar a cuidarse.
EliminarSaludos.
Una película magnífica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con un reparto que logró las mejores interpretaciones de sus respectivas carreras.
EliminarUn abrazo.