Título original: Peau d'âne
Director: Jacques Demy
Francia, 1970, 91 minutos
Piel de asno (1970) de Jacques Demy |
Il était une fois un roi si grand, si aimé de ses peuples, si respecté de tous ses voisins et de ses alliés, qu'on pouvait dire qu'il était le plus heureux de tous les monarques. Son bonheur était encore confirmé par le choix qu'il avait fait d'une princesse aussi belle que vertueuse; et ces heureux époux vivaient dans une union parfaite. De leur chaste hymen était née une fille, douée de tant de grâces et de charmes, qu'ils ne regrettaient pas de n'avoir pas une plus ample lignée...
Charles Perrault
Peau d'âne
Tres son las fuentes principales de las que bebe este hermoso cuento de hadas, basado en el universo literario de Charles Perrault (1628–1703). Por una parte, Peau d'âne es un homenaje en toda regla al Cocteau de La belle et la bête (1946), obra maestra de cuyo riquísimo repertorio de elementos simbólicos y conceptuales toma prestada (amén de la presencia de Jean Marais) la ambientación, el carácter artesanal de la puesta en escena y hasta recursos tan simples, pero a la vez tan imaginativos, como el uso de la cámara lenta.
Por otra parte, aunque en menor medida, sería posible también rastrear la influencia de The Wizard of Oz (1939) no sólo en los rasgos fantásticos de la cinta o en su pertenencia al género musical, sino, sobre todo, en el tratamiento del color (por ejemplo, en el caso de los caballos del Rey Rojo). Por último, pese a que no se trate estrictamente de una "fuente", sino más bien de lo que podríamos denominar unidad de estilo, el protagonismo de Catherine Deneuve, así como la banda sonora de Michel Legrand, marcan una continuidad con el exitoso díptico que forman Les parapluies de Cherbourg (1964) y Les demoiselles de Rochefort (1967), filmes con los que éste comparte un mismo candor, que a veces roza la parodia y hasta lo humorístico.
Una fábula que coquetea con el tema del incesto (el padre, tras enviudar, pretende casarse con su propia hija y ésta, aconsejada por su hada madrina, le da largas), pero que destaca por un diseño de vestuario, a cargo del italiano Gitt Magrini, y una dirección artística, supervisada por Jacques Dugied, primorosamente exquisitos. Y que, en el marco espectacular de los castillos de Plessis-Bourré o de Chambord, adonde se rodaron los exteriores, resplandecen todavía más, si cabe.
Brujas que escupen sapos, burros que excretan rubíes y diamantes, lacayos con la cara azul, princesas de aspecto ceniciento que lucen radiantes cuando se las viste con luz de luna o rayos de sol: visualmente, Peau d'âne sigue siendo hoy el mismo portento que hace medio siglo concitó a más de dos millones de espectadores hacia las salas francesas, en lo que constituyó el mayor éxito comercial de la carrera de Jacques Demy.
Es curioso, siempre había creído que su mayor éxito comercial fue "Los paraguas de Cherburgo". Y que éste era un título de culto (lo es, sin duda) que no había funcionado comercialmente.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Les parapluies de Cherbourg" optó a tres premios Óscar, cierto, y sigue siendo el filme más popular del director. Pero, por lo que leo en la versión francesa de Wikipedia (que me parece más fiable que la española...), si bien "Peau d'âne" fue un fracaso de crítica, sus 2.198.576 espectadores en territorio galo la convierten en "le plus grand succès public de la carrière de Demy".
EliminarUn abrazo.
eso del incesto da miedito... pero era una obra para niños o qué? ja...
ResponderEliminarme recuerda en algo a Laberinto con David Bowie pero quizá no tengan nada que ver... saludos
Pues fíjate que, según una interpretación freudiana que una vez leí, en el caso de Caperucita el rojo simbolizaría la primera menstruación y el lobo, la iniciación sexual. Eso para que te fíes de la inocencia de los cuentos infantiles...
EliminarRespecto a "Labyrinth" (1986), muy bien visto el parecido. Aunque, teniendo en cuenta las fechas de estreno de ambas películas, supongo que no hace falta aclarar quién copió a quién, ¿no es cierto?
Saludos.
Mi desconocimiento del cine de Jacques Demy es absoluto. por eso estas últimas entradas tuyas me ha dejado sin palabras.
ResponderEliminarNo conozco tampoco este cuento de Perrault, pero se me vino el recuerdo del clásico (más clásico digamos) Asno de Oro de Apuleyo.
Todo esto me lleva a pensar que soy yo el que debe desasnarse, viendo este cine y leyendo más a Perrault
Abrazos!
Si nunca viste una película de Demy, te recomiendo que empieces por "Los paraguas de Cherburgo" (1964), que explica una historia muy romántica, cantada de principio a fin, que te marcará profundamente.
EliminarSaludos.