Director: Juan Antonio Bardem
España, 1971, 99 minutos
Varietés (1971) de J.A. Bardem |
Casi veinte años después del estreno de Cómicos (1954), Juan Antonio Bardem se descolgaba con un remake en clave musical de su propia película, al servicio, como suele decirse en estos casos, de una Sara Montiel que ya sobrepasaba la cuarentena. A diferencia de su predecesora, Varietés (1971) es una cinta repleta de colorido en la que la carga dramática queda atenuada ante la profusión de números cantados ("La pícara ingenua", "La bien pagá", "Toda una vida", "Lágrimas negras"...) y el consabido sex appeal de la actriz.
De hecho, si Cómicos contenía una honda reflexión sobre las interioridades y miserias de un oficio que Bardem, en tanto que hijo de actores, conocía de primera mano, Varietés se rueda, en cambio, en una época en la que el mundo del espectáculo, como el propio país, atraviesa una situación algo más boyante. Lo cual da como resultado una cinta desprovista de contenido social, apenas un vodevil para lucimiento de la Montiel excelentemente fotografiado, eso sí, por el francés Christian Matras (1903–1977).
La rivalidad entre la joven aspirante Ana Marqués (Sara Montiel) y la veterana Carmen Soler (Trini Alonso) dará lugar a más de una situación tensa a consecuencia del carácter despótico de la segunda, así como los sucesivos amoríos de Ana con el pianista Miguel Solís (Vicente Parra) y el empresario teatral Arturo Robles (Chris Avram): avatares de una compañía de variedades en la década de los treinta que acaparan la práctica totalidad del argumento.
Con gran acierto por su parte, Bardem deja en el anonimato a "ese juez invisible que se llama público", mostrando apenas negrura cuando enfoca el espacio, más allá del escenario, que se supone ocupa el patio de butacas. Oportuna manera de subrayar la fragilidad de quienes, en un mundo de zancadillas y sinsabores, pasan la mayor parte de su vida esperando, ya sea "el triunfo, la gloria, el dinero o sólo el aplauso".
Esta sí la recuerdo. A mayor gloria de Sarita.
ResponderEliminarDigamos que es la versión edulcorada de "Cómicos".
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarSin duda ha sido una de las grandes del espectáculo. Como con otras muchas artistas de la época también me quede prendado de ella...
Saludos!
No me extraña: fue todo un fenómeno de masas.
EliminarSaludos.
Habría tenido más morbo si la rival de Sara Montiel hubiese sido Marujita Díaz, esas vedettes no podían ni verse entre ellas.
ResponderEliminarConocía algunos de esos trabajos alimenticios de Bardem como "El último día de la guerra" por aquellos delirantes programas dobles de los cines de reestreno.
Saludos!
Borgo.
Ver juntas a Marujita y la Montiel habría dado lugar a una película sin duda curiosa, más bien una comedia negra, algo así como la versión española de "¿Qué fue de Baby Jane?"
EliminarSaludos.