Título original: Invasion of the Body Snatchers
Director: Philip Kaufman
EE.UU., 1978, 115 minutos
La invasión de los ultracuerpos (1978) |
El reciente fallecimiento del canadiense Donald Sutherland (1935-2024) nos lleva a revisar una de las cintas más inquietantes de cuantas protagonizara a lo largo de su extensa filmografía. Se trata de la muy notable Invasion of the Body Snatchers (1978), nueva versión de un argumento cuyo origen se remonta a los primeros tiempos de la Guerra Fría y que ahora dirigió Philip Kaufman.
La gradual expansión de una extraña epidemia de "indiferencia", consecuencia de la llegada a la Tierra de unas semillas de origen extraplanetario, coloca a los personajes principales frente a la difícil tarea de intentar convencer al resto de la población de San Francisco de que algo inusualmente grave está ocurriendo con sus semejantes, ya sean maridos, esposas o amigos, hasta el extremo de comportarse como si fuesen otros.
En realidad, dicha conspiración obedece a una estrategia milimétricamente calculada por una civilización de cucurbitáceas procedente del espacio exterior dispuesta a replicar a cada uno de los habitantes de nuestro planeta hasta convertirlos en seres que ni sienten ni padecen, pero también perturbadoramente iguales en su frialdad.
A diferencia de lo que ocurría en la cinta del 56, una paranoia de Serie B inspirada en la caza de brujas macartista, la lectura alegórica de su remake gira en torno al carácter alienante impuesto por el frenético ritmo de vida que se lleva en el seno de las sociedades modernas. Así pues, el cambio repentino de comportamiento de los afectados no sería tanto una metáfora de su militancia clandestina en alguna célula comunista, sino el síntoma palpable de que las dinámicas del capitalismo pueden resultar igualmente nocivas para el individuo.
La verdad es que resultó un buen remake de la excelente "La invasión de los ladrones de cuerpos", quizás, como dices, debido a los elementos contextuales que subyacen en ambas películas.
ResponderEliminarSaludos.
Probablemente porque el tema de la alienación humana en el seno de las sociedades modernas, lejos de ir en detrimento, se mantiene plenamente vigente.
EliminarSaludos.
Magnífico homenaje a un actor que permanecerá siempre en nuestra memoria.
ResponderEliminarNo en vano, su legado fílmico abarca muchísimos y variados registros.
EliminarAlguna vez he visto esta película, en la que también actúa Leonard Nimoy. Funciona muy bien la idea de la paranoia, entre quienes son los verdaderos y quienes los dobles.
ResponderEliminarRecuerdo la escena del híbrido de perro, como la escena de la foto final.
Muy lograda película, digna de ser recordada.
Leonard Nimoy (1931-2015), el inolvidable señor Spock de "Star Trek". Aparte de su presencia, la película contiene, efectivamente, diversos momentos memorables.
EliminarSaludos.
No he olvidado la muy inquietante escena final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que es, por cierto, un calco del final de "El quimérico inquilino" (1976) de Polanski.
EliminarUn abrazo.