Título original: Pokolenie
Director: Andrzej Wajda
Polonia, 1955, 87 minutos
Generación (1955) de Andrzej Wajda |
Arranca Pokolenie (1955) con una magistral panorámica de casi 360º que termina convirtiéndose en un largo plano secuencia a través de un mísero barrio de chabolas a las afueras de Varsovia. Sin embargo, la banda sonora de Andrzej Markowski transmite mientras tanto la idea de que, a pesar de las penurias que puedan estar soportando, los habitantes de aquel poblado son pobres pero honrados. Luego la voz en off del protagonista acabará de poner al espectador en situación, dando a entender que todo lo que sigue no es sino un largo flashback a propósito de lo que fue su juventud y toma de conciencia política.
Primer largometraje en la filmografía de Wajda, la película que nos ocupa iniciaba también su Trilogía de la Guerra, completada en años sucesivos por La patrulla de la muerte (Kanal, 1957) y Cenizas y diamantes (Popiól i diament, 1958). Títulos, todos ellos, caracterizados por un realismo no exento de la distancia necesaria para juzgar los terribles acontecimientos que en ellos se exponen. En ese sentido, la historia del joven Stach (Tadeusz Lomnicki), pese a reflejar el heroísmo del pueblo polaco en su lucha contra el invasor nazi, contiene, asimismo, elementos que lo alejan del típico tono propagandístico auspiciado por el régimen comunista.
Por otra parte, la presencia de Polanski entre el grupo de amigos del protagonista aporta una nota curiosa en un filme donde lo ideológico se mezcla con las ilusiones propias de la edad. De ahí que los personajes, ladronzuelos de carbón o aprendices en algún taller de mala muerte, acaben involucrándose en la lucha armada como si de un juego se tratase. Candidez que, en lo referente a Stach, se hace todavía más evidente por el hecho de que su activismo nace de la atracción que siente hacia la bella líder estudiantil Dorota (Urszula Modrzynska).
De todo lo cual se puede concluir que es esa vertiente humana la que aporta autenticidad al relato. Especialmente si se tiene en cuenta que el sacrificio de la generación a la que alude el título no ha sido en vano, como lo atestigua el relevo implícito en el plano final, con todos esos nuevos adeptos para la causa que la cámara muestra en contrapicado con la intención de realzar el sentimiento de esperanza en un futuro mejor.