Director: Koldo Serra
España, 2018, 100 minutos
70 binladens (2018) de Koldo Serra |
70 binladens es un título que pudiera hacer pensar en una trama inspirada en el terrorismo yihadista. Sin embargo, la advertencia preliminar que aparece sobreimpresionada en pantalla aclara que se trata de una alusión a un chiste: la forma con la que son popularmente conocidos en España los billetes de 500 euros (como ocurrió en su día con el líder de Al Qaeda, "todo el mundo habla de ellos, pero nadie los ha visto").
Lo cierto es que la película del vasco Koldo Serra, una típica cinta de atraco con rehenes, basa buena parte de su efectividad en un guion sobradamente trabajado, tal vez no muy verosímil, pero, aun así, capaz de mantener en vilo al espectador de principio a fin del relato. Gracias, entre otros factores, a la presencia en el reparto de una Emma Suárez cuyo personaje de mujer en apariencia desvalida carga sobre sus espaldas todo el peso de la acción.
En ese aspecto, Raquel (Emma Suárez) —quien acude a la última de una larga lista de entidades bancarias con la esperanza de que le concedan un crédito de 35000 euros—, irá gradualmente dando muestras de poseer un elevadísimo coeficiente intelectual. Sobre todo a partir del momento en el que dos asaltantes (Nathalie Poza y Hugo Silva) irrumpen a punta de pistola en las oficinas de la sucursal, dispuestos a llevarse por delante a todo aquel que intente impedir que se hagan con el cuantioso botín que alberga la caja fuerte. Por último, y en claro contraste con los delincuentes, la pareja de jóvenes ertzainas que se ocupa del caso (Daniel Pérez Prada y Bárbara Goenaga) destaca por su habilidad a la hora de desencriptar códigos secretos que pasarían desapercibidos para el resto de mortales, incluido el veterano sargento que se les encara y que no duda en ningunear estos nuevos métodos de investigación.
Salvando las distancias, y la diferencia abismal de medios, el complejo engranaje de relojería sobre el que se sustenta 70 binladens pertenece a la misma estirpe que los rompecabezas hitchcockianos: un mecanismo perfectamente trabado, desde las motivaciones de una madre coraje un tanto sui géneris hasta el último detalle de una trama trepidante y plagada de inesperados giros de guion. En definitiva, una lección magistral de cómo generar suspense cuya ambientación bilbaína, con exteriores rodados en el popular barrio de Santutxu, le acaba confiriendo al conjunto un toque autóctono que constituye uno de los atractivos principales del filme.
Lo mejor, para mí, claro, Nathalie Poza y Emma Suarez. Quizá el final un tanto precipitado.
ResponderEliminarLas dos están muy bien en sus respectivos papeles, es cierto.
EliminarGracias por la aclaración de donde proviene el título. Desconocía eso, y cobra un nuevo y mayor sentido.
ResponderEliminarMe diste ganas de verla.
Abrazos!
Pues acá lo tienes fácil, Frodo: basta con clicar sobre el título de la película para acceder al enlace.
EliminarAbrazos.