Título original: Intimní osvetlení
Director: Ivan Passer
Checoslovaquia, 1965, 71 minutos
Iluminación íntima (1965) |
La apacible vida que llevan los personajes de Intimní osvetlení (1965) en una pequeña aldea checa se ve apenas alterada por los peculiares ensayos musicales que algunos habitantes realizan en casa. Es una existencia cómoda, sin sobresaltos, en la que la convivencia familiar ocupa un lugar preeminente. Pero la llegada de la pareja formada por Petr (Zdenek Bezusek) y Stepa (a la que interpreta Vera Kresadlová, la entonces esposa de Milos Forman) supondrá, sin embargo, un pequeño acontecimiento para Bambas (Karel Blazek), su mujer, sus padres y sus tres hijos.
Y es que tanto Petr como Bambas son dos grandes melómanos: el primero se gana la vida como músico profesional en Praga mientras que el segundo es un mero aficionado que toca en la orquesta de su pueblo con motivo de bodas, comuniones, bautizos y algún que otro entierro. En todo caso, los dos amigos llevan muchos años sin verse y, como es lógico, merced al reencuentro tendrán la oportunidad de observar cuáles han sido sus respectivas trayectorias vitales.
Y es que tanto Petr como Bambas son dos grandes melómanos: el primero se gana la vida como músico profesional en Praga mientras que el segundo es un mero aficionado que toca en la orquesta de su pueblo con motivo de bodas, comuniones, bautizos y algún que otro entierro. En todo caso, los dos amigos llevan muchos años sin verse y, como es lógico, merced al reencuentro tendrán la oportunidad de observar cuáles han sido sus respectivas trayectorias vitales.
Para celebrarlo, ambos se emborrachan una noche recordando viejos tiempos mientras escuchan un concierto de música clásica por la radio. Aunque la película terminará inesperadamente con un brindis de todo el clan familiar puesto en pie y alzando sus copas, sin que el licor acabe de bajar cuando se disponen a beberse el contenido. Final sin duda sorprendente y abierto, cargado de un fuerte simbolismo que puede dar pie a muy diversas interpretaciones.
Imbuida de una cómica socarronería, la película de Passer vendría a ser, por lo tanto, una suerte de reivindicación de la camaradería y de otros pequeños placeres que nos depara la vida. Sin embargo, no parece haber en ella ninguna presencia de crítica política o de sátira social. Aun así, precisamente el hecho mismo de que el filme no sea una reivindicación del todopoderoso comunismo y de sus valores, ausentes a lo largo de toda la historia, debió constituir el motivo por el cual Iluminación íntima sería finalmente prohibida por las autoridades de aquel país.
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