viernes, 19 de mayo de 2023

Potiche, mujeres al poder (2010)




Título original: Potiche
Director: François Ozon
Francia, 2010, 103 minutos

Potiche, mujeres al poder (2010) de François Ozon


Junto con 8 femmes (2002) y la más reciente Mon crime (2023), Potiche (2010) integra una particular trilogía feminista marcada por el histrionismo de una puesta en escena eminentemente kitsch donde lo caricaturesco y lo vintage se dan la mano en aras de una propuesta tan cómica como transgresora. Menos teatral que los otros dos títulos, aunque igualmente basada en una pieza dramática (en este caso de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy), la acción se sitúa en la Francia, colorida y un tanto progre, de 1977. Una época de contrastes, de hecho, en la que lo mismo podía haber alcaldes comunistas que mujeres florero a la sombra de sus respectivos maridos.

Y es que, a lo tonto a lo tonto, la película plantea el punto de inflexión en el que los postulados de mayo del 68, ya presentes en la vida pública tras una década de protestas estudiantiles y sindicales, irrumpen en el seno del hogar francés para empoderar a una sumisa ama de casa (Catherine Deneuve) y ponerla al frente de la fábrica de paraguas que hasta entonces ha dirigido el ridículo señor Pujol (Fabrice Luchini).



La transformación que a partir de ese momento se produce, tanto a nivel familiar como local, pone de manifiesto que los viejos esquemas patriarcales parecen tocar a su fin, ya que la sociedad demanda (y agradece) una nueva manera de hacer las cosas, menos autoritaria, en la que el toque femenino juega un papel de vital importancia a la hora de dinamizar las relaciones entre la empresa y los trabajadores. Como dirá Nadège, la secretaria (Karin Viard), cuando Pujol intente acosarla como solía hacer antes de caer en desgracia: "Yo ya no soy la misma. Soy una nueva mujer. Y todo gracias a la jefa".

No son pocos los guiños cinéfilos que encierra una cinta repleta de referencias tan explícitas como esos paraguas que la misma Catherine Deneuve ya hiciera célebres en la hoy mítica Les parapluies de Cherbourg (1964). Por no hablar de la coreo a lo Travolta que ella misma y el orondo Gérard Depardieu (en su enésima aparición conjunta desde que Truffaut los uniera en Le dernier métro) se marcan en una pista de baile muy similar a la de Saturday Night Fever (1977).



4 comentarios:

  1. Un retrato cómico de los nuevos tiempos.

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  2. Hola Juan!
    Me gusta mucho esa foto final de Deneuve y Depardieu, parece que hay buena química...
    Saludos!

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    1. Tiene que haberla con la cantidad de veces que han trabajado juntos.

      Saludos.

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