Directora: Nely Reguera
España, 2016, 93 minutos
María (y los demás) (2016) de Nely Reguera |
La tendencia a fantasear de María (Bárbara Lennie) la lleva continuamente a sentirse frustrada cada vez que sus expectativas no se concretan tal y como ella las había imaginado. O lo que es lo mismo: la insatisfacción que atenaza a la protagonista de María (y los demás) (2016) obedece a razones personales o familiares, sí, pero sobre todo a las escasas habilidades del personaje —una mujer soltera, sin hijos, cuidadora de su padre viudo y aspirante a escritora— desde el punto de vista de la inteligencia emocional. Básicamente por su insistencia enfermiza a anticipar lo que no depende exclusivamente de ella, sino también de la voluntad de quienes la rodean.
Así pues, María comprobará con estupor que el padre, tras haber superado un cáncer, decide casarse con su enfermera. O que el chico con el que mantiene una relación (Julián Villagrán) no quiere presentarle a sus hijas. A tanto llega el carácter soñador de la joven que hasta ya se ve triunfando con su primera novela cuando ni tan sólo ha decidido cuál será su desenlace. Todo lo cual obedece, en parte, a una cierta inmadurez, llámese ingenuidad, por parte de una mujer cuyas aspiraciones no se corresponden con la vulgaridad de su entorno más inmediato.
En ese orden de cosas, la relación entre los tres hermanos cobra especial interés, donde María desempeña el rol de responsable, siempre pendiente de que su padre no coma más de la cuenta, mientras que los dos varones (Vito Sanz y Pablo Derqui) ya hace tiempo que abandonaron el núcleo familiar para irse a vivir con sus respectivas parejas (Rocío León y Alexandra Pineiro).
Rodada íntegramente en La Coruña, con una puesta en escena fresca y sencilla, la ópera prima de la barcelonesa Nely Reguera obtendría un par de nominaciones a los Premios Goya: Mejor Director Novel y Mejor Actriz Protagonista. Galardón, este último, con el que Bárbara Lennie, impecable en su papel de treintañera contrariada ante la amenaza de que se le pase el arroz, logró alzarse en la edición de los Premios Feroz de aquel mismo año.
Una producción bien realizada, muy bien interpretada y con una historia en la que lo cotidiano cobra valor protagonista y nos hace asomar una sonrisa de vez en cuando.
ResponderEliminarCreo que lo has resumido muy bien. Sobre todo esa retranca gallega tan característica que destilan algunos diálogos.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarSi es que las vidas cotidianas y sus circunstancias darían para mil películas. Esa imagen del poster me gusta mucho, típica sobremesa para estar a gusto.
Saludos y buen finde!
Y además transcurre en tu tierra: ¿qué más se puede pedir?
EliminarSaludos