jueves, 5 de enero de 2023

El temible Robin Hood (1950)




Título original: Rogues of Sherwood Forest
Director: Gordon Douglas
EE.UU., 1950, 79 minutos

El temible Robin Hood (1950)


Un wéstern medieval: así podría definirse, a grandes rasgos, el argumento de Rogues of Sherwood Forest (1950), una de tantas cintas auspiciadas por la Columbia en torno a la figura del legendario príncipe de los ladrones. De acuerdo que no aparecen indios ni hay duelos a punta de pistola, aunque tampoco sería descabellado reconocer determinados códigos, habituales en la representación cinematográfica del far West, en la forma en que estos pícaros (los "rogues" del título original) afrontan su lucha contra los excesos del injusto rey Juan (George Macready). Así pues, el espíritu de camaradería que se respira entre los viejos compinches del ya fallecido Robin Hood, la puntería que demuestran en el manejo del arco o su pericia como jinetes son sólo algunas de las muchas singularidades extrapolables de un género a otro.

También el peregrinaje del hijo (John Derek) y Little John (Alan Hale) en busca de los antiguos compañeros de correrías, ávidos, a pesar de los muchos años transcurridos, de revivir las grandes hazañas que un día llevaron a cabo, tiene bastante de lugar común. Juntos, y una vez reclutados en las más variopintas situaciones (aunque basta lanzar al aire una flecha encendida para que reconozcan la señal), desbaratarán los planes del monarca y sus mercenarios flamencos hasta obligarlo a sellar, mal que le pese, la Carta Magna.



En cuanto a la relación amorosa entre Robin júnior, conde de Huntington, y la bella Lady Marianne De Beaudray (Diana Lynn), cabe señalar que, si bien no comienza con buen pie, será determinante a la hora de culminar con éxito su pulso contra el soberano gracias a la información que la dama, aun estando bajo arresto, hace llegar a los Merry Men mediante palomas mensajeras.

De todas formas, y a pesar de la solemnidad que desprende el afán de justicia de estos forajidos, no faltan tampoco detalles humorísticos que contribuyen a humanizar a los personajes. Por ejemplo, la devota mirada al cielo del Fraile Tuck (Billy House) cada vez que éste implora el perdón divino tras haberle atizado un mandoble a algún enemigo.



6 comentarios:

  1. Lo del fraile que implora el perdón tras cargarse a uno de los malos diría que lo he visto en más películas.

    Un abrazo.

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    1. Sí, ya lo creo. Y Michael Landon también era muy dado a ese tipo de miradas en "Autopista hacia el Cielo".

      Un abrazo.

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    1. Se ha utilizado infinidad de veces, sobre todo lo de ir en busca de las viejas glorias para que vuelvan a la acción.

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  3. Hola Juan!
    Otra que desconocía. Aguardo con interés tu opinión sobre las ultimas películas sobre este conocido personaje.
    Saludos y buen finde!

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    1. Pues al paso que voy, y dada la enorme cantidad de películas que han abordado el tema, me parece que aún me quedan días.

      Venga, igualmente: saludos.

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