Título original: The Wonderful Wizard of Oz
Director: Otis Turner
EE.UU., 1910, 14 minutos
El maravilloso Mago de Oz (1910) |
Los catorce volúmenes que Lyman Frank Baum (1856-1919) ambientó en el mítico reino de Oz supusieron un enorme éxito de ventas cuya estela perduraría durante décadas hasta llegar a nuestros días. Un fenómeno editorial parangonable, en cierta manera, a lo que hoy representa la saga de Harry Potter y que desde muy pronto suscitó el interés de Hollywood. Tanto es así que, ya en 1908, se estrenó una adaptación de dos horas, por desgracia perdida, con el título de The Fairylogue and Radio-Plays.
Sin embargo, la pieza más antigua que se conserva es el cortometraje The Wonderful Wizard of Oz (1910), tosca recreación de algunos de los pasajes más célebres de la novela que no difiere gran cosa respecto a las primitivas cintas de trucajes de, por ejemplo, Georges Méliès. En ese sentido, la burda puesta en escena de Otis Turner, con actores disfrazados de animales, parece más deudora de algún temprano montaje musical en Broadway que no de las páginas del libro. Así pues, Dorothy (supuestamente interpretada por Bebe Daniels) conoce al Espantapájaros antes incluso de que se produzca el tornado que asolará la granja de sus tíos, mientras que una mula y una vaca (inexistentes en la obra escrita) les acompañan en su peregrinaje hacia Ciudad Esmeralda.
Un antecedente de adaptaciones que tendrían más calidad.
ResponderEliminarY que me he propuesto ir comentando a lo largo de los próximos días.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarSiempre interesantes estas miradas al pasado.
Saludos!
Pues sí, porque, en este caso en concreto, uno se da cuenta de que la versión del 39 con Judy Garland eclipsó al resto de adaptaciones que se habían hecho previamente de la novela.
EliminarSaludos.
Hola Juan, estuve siguiendo recién todo lo publicado en retrospectiva hasta aquí. Veo que te has dado una panzada de magos y películas con pizcas de surrealismo.
ResponderEliminarEstas versiones tan viejas no las vi, pero si recuerdo la clásica de 1939.
Abrazo grande!
¡Qué tal, Frodo!
EliminarEs precisamente mi fascinación por el musical de Judy Garland lo que me ha llevado a investigar sobre el resto de adaptaciones de la obra de L. Frank Baum (¡y aún me quedan algunas por revisar!).
Un fuerte abrazo navideño.