Título original: Co řekne žena?
Director: Jaroslav Mach
Checoslovaquia/Polonia, 1958, 93 minutos
¿Qué dirá mi esposa? (1958) de Jaroslav Mach |
Que no todo el cine producido en el seno de las cinematografías de los regímenes comunistas eran panfletos ideológicos queda sobradamente probado con esta comedia de tintes románticos fruto de la colaboración entre la antigua Checoslovaquia y Polonia. Muy al contrario, la edulcorada fotografía en color de Co řekne žena? (1958) responde a unos esquemas más bien caducos para aquel entonces, cuando ya el mundo, con la inminente eclosión de la Nouvelle vague en Francia, se disponía a explorar otras formas de expresión fílmica.
Aun así, la historia de un escritor que visita las principales ciudades de un país extranjero de la mano de su encantadora guía local evidencia la voluntad por parte del equipo de guionistas de entroncar con un determinado tipo de producto hollywoodense hasta aquel momento muy en boga. Sobre todo si entre los dos protagonistas se acaba estableciendo una relación repleta de equívocos que, como era de esperar, no llega a nada.
Porque por más que Tůma (Josef Bek) y la bella Irena (Barbara Polomska) sientan una innegable atracción el uno hacia el otro, al final siempre se contienen, como personas casadas que son, ante el recuerdo de sus respectivas parejas. Lo cual da pie a un continuo coqueteo con la fantasía del adulterio, ya presente desde el propio título de la película, que no pasa, sin embargo, de simple frivolidad.
La voz en off del personaje central, unida a algún que otro comentario mirando a cámara, aportan la decisiva nota humorística para quitarle hierro al asunto. De la misma manera que la imagen recurrente de la pareja despidiéndose antes de que cada uno entre en su habitación del hotel (con el aparente amago, por parte de ambos, de "ceder" a la tentación) intenta emular la sensualidad de Cary Grant y Grace Kelly en Atrapa a un ladrón (To Catch a Thief, 1955). Asimismo, y a un nivel mucho más anecdótico, sorprende reconocer a Roman Polanski entre la concurrencia que baila a ritmo de swing en un club de jazz de Cracovia.
Me sigue anonadando el abanico amplio de tu cinefilia.
ResponderEliminarMe gustaría poder seguirte un poco el tranco y elegir cuál ver entre las últimas reseñas. Pero mi realidad de hoy es que no puedo ver 2 hs o 90 minutos de corrido con cierta criaturita... para ver "Argentina, 1985" tuve que armar una salida en pareja (viendo dónde dejar a la criaturita) e ir al cine. Toda una hazaña que le hemos ganado a la vida familiar, en pos del cine.
Pero, dicen que la situación mejorará... en unos años
Igual. aprendo de leer tus reseñas
Abrazo grande, Juan!
Hola, Frodo:
EliminarSin duda la criaturita te debe aportar muchas otras satisfacciones, infinitamente superiores a las procedentes del Séptimo Arte. En todo caso, celebro que hayas podido disfrutar de la película de Santiago Mitre: tengo entendido que se trata de una obra muy meritoria y yo, de hecho, tenía pensado verla próximamente.
Y respecto a lo de que la situación "mejorará" no sé qué opinar: te lo digo yo que trabajo con adolescentes todos los días...
Bueno, Frodo: muchas gracias por tu fidelidad, siempre tan efusiva, y otro fuerte abrazo para vos.
Hola Juan!
ResponderEliminarEstaba viendo algunas fotos de Barbara Polomska (no la conocía), difícil no rendirse a sus encantos...
Una delicia el poster.
Saludos!
Ya ves: al otro lado del Telón de Acero también hacían comedias románticas.
EliminarSaludos.
En efecto parece toda una comedia Hollywoodense.
ResponderEliminarSupongo que imitar el estilo de tu enemigo formaba parte del "encanto" de la Guerra Fría.
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