Director: Pedro Almodóvar
España/Francia, 2021, 123 minutos
Madres paralelas (2021) de Almodóvar |
Otra historia rocambolesca que añadir a la filmografía de Almodóvar... Sólo que en esta ocasión el director manchego le da un inusual enfoque político al incluir referencias a la memoria histórica. Con todo y con eso, Madres paralelas (2021) sigue siendo, en esencia, una cinta muy almodovariana, por lo menos en lo que se refiere a su exultante diseño de producción (a cargo, una vez más, de Antxón Gómez) repleto de colorido y un cierto toque pop art.
Y, como en anteriores entregas, el protagonismo vuelve a recaer en una Penélope Cruz cuyo papel de Janis le valdría una nueva nominación al Óscar a mejor actriz. Lo mismo que Alberto Iglesias, por cierto, otro de los habituales de la troupe, también candidato a la preciada estatuilla gracias a una banda sonora de puntuales resonancias castizas. Completan el reparto caras nuevas, como la jovencísima Milena Smit (Ana) o Israel Elejalde (Arturo), junto con nombres de la talla de Aitana Sánchez-Gijón (Teresa), Rossy de Palma (Elena) o incluso Julieta Serrano (Brígida).
No puede negarse que, pese a la sofisticación de la que ha ido revistiéndose su escritura con los años, el origen de los materiales que maneja Almodóvar a la hora de construir sus historias es, sin embargo, inequívocamente folletinesco. De ahí que recurra al tópico de las niñas intercambiadas al nacer, si bien actualizándolo mediante el recurso de las posteriores pruebas de ADN a las que se somete Janis. Lo cual enlazará, posteriormente, con las comprobaciones que llevan a cabo los familiares de las víctimas antes de reabrir una fosa de la Guerra Civil.
Todo pillado un poco por los pelos, se dirán algunos, aunque, a estas alturas, semejante reproche carece por completo de sentido, habida cuenta de lo estrambóticos que suelen ser los guiones de un cineasta habituado a hacer de la excentricidad su rasgo más distintivo. En todo caso, lo que sí que está muy bien traído es la cita final de Eduardo Galeano, bonita forma de cerrar una película tan valiente como hermosa: "No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca".
Hay cosas que nunca está de más traer a la memoria.
ResponderEliminarY Almodóvar lo hace con su estilo inconfundible.
EliminarComo bien dices, todo pillado por los pelos. Y ello, ciertamente, no es una novedad en la carrera de Almodóvar, pero yo aquí le veo cierto tufillo oportunista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quién sabe. Con los años y la fama, tal vez se haya ido acomodando un poco, es cierto.
EliminarUn abrazo.
Hola Juan!
ResponderEliminarSi bien me parece una película interesante no es que me entusiasmase demasiado.
Al leer tu entrada me estaba acordando del documental sobre Carlos Boyero, sabia de lo poco que le gustaban las pelis de Pedro a Carlos pero me parece que hay algo mas...
Saludos!
No soy asiduo de Carlos Boyero, así que desconozco cuáles puedan ser sus opiniones al respecto. En todo caso, que cada cual juzgue en función de sus propias creencias.
EliminarSaludos.
Sospecho que el afiche refleja una síntesis genial.
ResponderEliminarMuy en plan Almodóvar, con el estilo gráfico de Cassandre o Saúl Bass
Abrazos
Pues fíjate, Frodo, que ese mismo cartel fue censurado en alguna que otra red social por considerarlo obsceno. En fin, el auge del neopuritanismo (disfrazado de corrección política) da pie a situaciones verdaderamente ridículas.
EliminarAbrazos.