Título alternativo: La patrulla de la muerte
Director: Andrzej Wajda
Polonia, 1957, 94 minutos
Kanal (1957) de Andrzej Wajda |
Aparte de que no hacen presagiar nada bueno, las desoladoras imágenes con las que se abre Kanał (1957), mostrando desde el aire las ruinas de la capital polaca, contrastan abiertamente con el argumento de una película que, en su mayor parte, va a transcurrir bajo tierra. Curiosa manera ideada por Wajda para hacer sentir al espectador que no hay escapatoria posible frente a la destrucción que asola la ciudad. Continúan los títulos de crédito con más escenas devastadoras, ahora de oficiales nazis provistos de lanzallamas cuyo mortífero contenido liquida las fachadas que aún quedaban en pie hasta reducirlas a escombros.
Pero Andrzej Wajda es un cineasta de grandes proporciones y, no contento con semejante preámbulo, todavía nos depara un larguísimo trávelin de varios minutos durante los cuales aprovecha para presentar a sus personajes a través de una voz en off: "Éstos son los héroes de la tragedia. Obsérvenlos con cuidado, pues son éstas las últimas horas de sus vidas".
Estamos a finales de septiembre de 1944 y la insurrección de Varsovia se halla próxima a su fin. No obstante, a los integrantes de la patrulla del teniente Zadra (Wienczyslaw Glinski) aún les espera un calvario cuyo punto álgido se desarrollará a lo largo de las pestilentes galerías del alcantarillado urbano (Kanał, en polaco). La sensación claustrofóbica, por descontado, se irá incrementando conforme avancen en pos de una libertad que ya sabemos de antemano que no lograrán...
Segunda entrega de su Trilogía de la Guerra, la puesta en escena de Wajda no deja lugar a dudas sobre la maestría de un director capaz de trasladar al subsuelo la tensión del conflicto que se vive en la superficie. Y lo hace a base de primeros planos del rostro de unos individuos, hombres y mujeres de toda condición (Polanski aparece fugazmente, arrastrándose por el cieno), a los que la angustia provoca delirios dantescos. Cualidades que le valieron a la cinta el Premio Especial del Jurado en Cannes, compartido con El séptimo sello de Bergman.
Un rodaje verdaderamente complicado.
ResponderEliminarCiertamente. Aunque, visto el resultado, mereció la pena.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarCreo recordar que la vi en una copia en muy mal estado, gracias por traerla.
Saludos!
De nada, Fran. Es una película soberbia, de las mejores de la cinematografía polaca.
EliminarSaludos.